Esta vez queremos hablar de un lema que puede terminar con cualquier relación… «Me lo hubieras pedido».
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Una relación de p areja no se hace sola, se necesitan dos personas con las mismas ganas de vivir, compartir y cuidar un vínculo amoroso.
Sabemos que por momentos, esto puede resultar difícil pero también hay días que nos confirman que vale la pena.
Unsplash/Charlie Foster
Sin embargo, cerrarnos a nosotras mismas es un gran error y esto ocurre cuando, dejamos de decir lo que es importante para nosotros.
Hay memes, reels, bromas y hasta diálogos de películas que hablan al respecto…
«Me lo hubieras pedido»
La frase «me lo hubieras pedido» o «me hubieras dicho», es lo que algunas de nuestras parejas nos han dicho en discusiones.
Lo dicen cuando, después de varias discusiones, nosotras les decimos que no hicieron algo que nosotras queríamos que hicieran.
Por ejemplo, «hacerme un café los domingos», «cargar mi bolsa después del trabajo», «pasear al perro los sábados para dormir más».
Estas cosas que para nosotras más que detalles, son muestras de amor e interés, son importantes y nos harían sentir más amadas, no llegaron a manifestarse porque no las dijimos, sólo esperamos que llegaran pensando que, como ellos dicen amarnos, debían ocurrírseles.
Sin embargo, no es así.
En la mente de las personas, en su corazón y en sus obras, puede haber otro tipo de manifestaciones de amor, que no son las mismas que nosotros ESPERAMOS.
Si no las decimos, ellos no se van a enterar.
Es una fantasía creer que tendremos a nuestro lado a una persona que nos amará 100% de la manera en la que nosotros queremos ser amadas.
Ellos nos amarán como puedan y con lo que tengan, todo será a su manera y si esa manera es compatible con nosotras, ¡qué mejor! Pero en la vida real, eso no siempre pasa y debemos aceptarlo.
Por otro lado, hay que mencionar que también hay casos de quien, a pesar de saber cuáles son nuestras necesidades emocionales, no quiere cumplir ni cambiar nada, aunque duela, esto es válido y está bien, no se le debe obligar a nadie a hacer algo, si no quiere hacerlo, está bien.
Ante eso, queda aceptar y decidir si queremos o no seguir ahí.
Pero ya sería algo que se decidiría, después de haber expuesto lo que nosotros sí sabemos de nosotras mismas.
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