Después de una separación de pareja se vive un proceso que para algunas personas puede ser largo y para otras puede ser corto, pero sin duda para todos, el duelo es intenso y profundo.
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Sin embargo, no podemos perder de vista las lecciones que esta experiencia nos deja.
Si bien, es algo que quizá no queríamos vivir, es algo que si nos llega debemos de aprovechar para convertirlo en algo positivo, porque eso de quedarnos con rencores y frustraciones es para cobardes.
Así que, te invitamos a que, dejes de hacerte las preguntas equivocadas «¿por qué a mí?», «¿por qué yo?», ¿»por qué ahora?», «¿regresará?» y más similares, y comienza a entender respuestas que la vida te está dando:
1. Ni de amor se muere ni de recuerdos se vive.
Así que esto pasará, no sabemos si sea para bien o para mal, pero que de algo no te quede duda, no puedes vivir de lo que un día fue y ya no es.
No puedes aferrarte a un pasado que ya no es parte de tu presente y quizá no lo sea de tu futuro.
Y no, no te va a pasar nada, aunque se sintiera como si murieras, en realidad es el sufrimiento por el dolor y la decepción, pero si cambias de actitud, poco a poco, a tu ritmo, valorando lo que sí tienes, ese sufrimiento se irá.
2. No eres tú contra tu pareja o tu pareja contra ti, son ambos contra el problema.
Y si no lograron encontrar ese equilibrio y parecía que ustedes eran los que estaban en el cuadrilátero, peleando como rivales, eso no estaba construyéndose en cimientos estables.
3. Si no es recíproco, no te hará bien.
Si ambas partes se esfuerzan por igual dando el 50/50, 20/80, 60/40, está bien. Pero no puede ser sólo tu responsabilidad, deseo o sacrificio.
Recuerda: la relación es de ambos, no sólo tuya.
4. No te conformes con que funcione, debe de hacerte feliz, no es un electrodoméstico.
¿Qué significa que una relación funcione? ¿Que sigan juntos a pesar de los problemas?
Sí, eso puede ser, pero su unión no puede ni debe girar entorno a eso, en realidad es porque a pesar de estar bien cada uno por separado se eligen diariamente para construir una vida en común y compartir su felicidad.
No se trata de que funcione, sino de que los haga felices. Si te da más estrés o tensión que felicidad, lo mejor que pudo pasarte es el «adiós».
Después de una separación de pareja puedes tener la perspectiva de un nuevo comienzo, no del final de tu vida.
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