Estamos con el celular prácticamente en la mano durante todo el día, así que no es de esperarse que en ciertas circunstancias lo más educado sea prescindir de la distracción de la tecnología.
Por ello y por el bien de tu imagen, queremos sugerirte que en los siguientes 5 casos omitas enfocar tu atención y la de tus pupilas en la pantalla de tu celular, sobre todo si ya estás expuesta a la normalidad y tratar con personas.
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1. Cuando estás en una presentación.
Imagínate que tu jefe está dando los resultados finales y te llega un correo de un beneficio a tu tarjeta de crédito en tu próxima ida a comprar donas si llevas a 3 amigos. No, por favor, por educación y para bien de tu imagen, tu atención debe estar con la persona que está al frente.
2. Cuando estás saludando a alguien.
Podemos entender que el encuentro casual en el pasillo sea algo menos formal que la presentación, pero no por eso debes mandar el mensaje de: «¡hola persona que estás enfrente de mí, me interesa más la llamada entrante de alguien que está a distancia!».
Quizá sea común que las personas tomen la llamada y se «disculpen» con quien está presente, pero sin duda, cuando desvías la llamada y terminas la conversación que tienes en tercera dimensión, la persona que está contigo verá ese gesto de distinción de tu parte.
3. En una entrevista de trabajo.
Pareciera obvio pero si te lo decimos es porque sí sucede.
4. En donde prohiben el uso de celular.
Supongamos que vas a una obra de teatro y el sonido local pide apagar los celulares, bien, sabemos que no lo apagarás, pero tendrás la precaución de ponerlo en modo vibrador, ¿verdad?
Si entra una llamada, aunque tu teléfono esté en modo vibrador, la molestia es que contestes, pues hubo una advertencia que sugirió junto a tu sentido común que no establecieras comunicación o crearas una distracción en el espectáculo.
5. En la mesa.
Ya sea de trabajo o con amigos, ¿en verdad quieres ser una más de las personas que están obsesionados con sus notificaciones?
No necesitaríamos llegar a las cajas que han puesto algunos restaurantes para apartar los teléfonos de sus dueños, si pudieran reducir su profunda necesidad de comunicación.
Sí, seguro esto lo habías leído antes, pero queríamos recordártelo, pues la cortesía y la educación no sólo se notan en el trato con la gente.
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