Ser una mujer poderosa no significa no tener miedo, sino que, a pesar de todo lo que pueda parecernos imponente, actuamos, es decir, el miedo no nos detiene.
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Así que eres más poderosa de lo que crees, en realidad, tus miedos son válidos y no te hacen ser menos capaz.
Al contrario, tus miedos o esas alertas que recibes, son parte de tu inteligencia, el reto está en conocer y dominar los miedos para superarlos.
3 miedos a los que se enfrenta una mujer poderosa
1. Miedo a traicionarse.
Fallarse a sí misma es el principal miedo que puede tener.
Sabe que lo más importante son sus valores, sus planes, sus sueños, las personas que considera importantes y los pasos firmes para construir la vida que desea recordar.
2. Miedo a conformarse.
Porque llega un momento en el que las dudas son naturales y es de valientes cuestionarse si se está haciendo lo mejor.
Entonces comienza a evaluar si está bien donde está o se está estancando.
¡Ojo! No es malo estar en un lugar y tener estabilidad, es negativo para nosotros permanecer inmóviles y no explorar más allá.
Estar en la incomodidad las lleva a aprender, a retarse, a evolucionar, así que no desean desperdiciar su vida en la calma, cuando pueden disfrutar de la agitación.
3. Miedo a no vencer sus miedos.
No vencer el miedo es su miedo, no quieren conquelarse en la vida.
por ello, una mujer poderosa, lo registra, lo estudia y lo provoca porque están dispuestas a darle la cara.
Con esto, pretenden poder, mínimo aprender de la experiencia, más allá de la victoria.
Saca a la mujer poderosa que está en ti y no la vuelvas a guardar.
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