En algún momento de la vida podemos sentirnos orgullosas de ser una mujer difícil … Una mujer exigente, que ha construido su vida de tal manera que no con cualquiera comparte su ser, su arte.
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Y, aunque esto no es malo, antes de seguir tenemos que puntualizar que…
No es lo mismo ser una mujer difícil a ser una mujer complicada
Desde nuestra perspectiva, una mujer difícil es aquella que tiene mil cosas que hacer.
Aquella que no está negada al amor, pero sí se niega a perder el tiempo en una relación que le va a quitar más de lo que aporte.
Es difícil porque no se deja conquistar por cualquiera, es más, no se deja cortejar por cualquiera.
Su entusiasmo está medido por el respeto, la honestidad y la reciprocidad, para ella, sin eso no hay nada.
Así, su vida parece estar llena de obligaciones, pues no desviará la vista de sus objetivos.
En cambio, una mujer complicada…
Será aquella que vea obstáculos antes que soluciones.
Se quejará de todo lo que no le sale y a veces notará su responsabilidad, a veces, culpará a otros.
Una mujer complicada verá más los defectos que las oportunidades para superar lo que se tenga enfrente.
Su ego y sus expectativas irán por delante, dejando a un lado otras cosas que valen más la pena.
Ella sola se enredará en sus problemas, se complicará su vida por falta de seguridad, amor propio o valor.
Puede ser que estas palabras sean duras, pero a veces es hasta que se toca fondo que uno puede impulsarse para salir adelante.
Dicen por ahí… ELIGE TU DIFICULTAD
Este pensamiento se ha viralizado en redes sociales y desconocemos el autor, pero, por mientras, aprende a elegir con sabiduría tus dificultades.
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