Es un hecho, el desamor puede disfrazarse de amor y lo peor de todo es que a veces no podemos o sabemos abrir los ojos para ver la realidad.
Nos encariñamos con las personas e idealizamos la relación, y el tiempo lo único que hace es ir haciendo más profunda la herida cuando llega el final.
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Por ello, si estás en una relación un poco tormentosa, o en la que recibes la misma cantidad de felicidad que de desdicha, es momento de que reflexiones y evites lo siguiente:
1. Llorar por una pareja que no quiere estar a tu lado.
El llanto suele venir acompañado de sufrimiento y aquí está lo complejo…
Vive tu duelo, supera al otro y si pasa tu proceso como debe ser, pero ponte un límite, no debes ir por ahí con las lágrimas sueltas, sobre todo cuando fue tu ex quien decidió terminar.
El dolor es de lo más normal, incluso llega a ser sano desahogarse y dejar que las lágrimas limpien las heridas del alma, pero deja de llorar por una persona que no supo valorarte ni apreció la relación.
Tú vales más que llorar por una persona que no te ama.
2. Stalkear al ex que te lastimó.
¡Qué más da si ya anda con alguien o si hasta hijos tiene! Stalkearlo en redes sólo servirá para seguir recordando lo que ya no fue.
Evita estar recordando el pasado que no tuvo futuro. No voltees hacia donde ya te mostraron que no hay futuro.
3. Buscar a un hombre en donde ya te demostraron sólo hay un niño.
Deja de ver con otros ojos y de idealizar a quien va o iba de tu mano.
Si ya te mostraron grandes niveles de inmadurez, ¿qué te hace pensar que las cosas cambiarán? o, ¿qué te hace pensar que las personas empezarán a hacer como tú deseas?
4. Esperar que la gente te ame mejor, cuando no se saben amar ni a ellos mismos.
Nadie da lo que no tiene y si estás queriendo hacer pareja con alguien que no se ama, que es inseguro o, en otro extremo, ególatra, no encontrarás un amor sano y constructivo.
Aprende a alejarte de lo que resta y no suma.
5. Ceder siempre para evitar discusiones.
Si estás en una relación en la que es más fácil evadir el conflicto que generar acuerdos, algo va mal.
Una relación de pareja se construye con comunicación y confianza, las diferencias o discusiones, deben de ser escalones para ir hacia arriba.
En muchas ocasiones, es de los temas escabrosos de donde surgen los lazos más resistentes.
6. Tener miedo de ser tú misma.
Si prefieres no vestirte, actuar o hablar como realmente lo harías si no estuvieras en esa relación, estás equivocándote.
Tus valores y tu personalidad son igual de importantes que los que puedas construir al estar junto a alguien.
Debes sentirte cómoda en tu relación de pareja, no ser complaciente y sin poder poner límites.
7. Sentir celos cuando en realidad buscan provocarte.
Hay situaciones en donde lo más sano es ignorar las provocaciones, de lo contrario sólo evidenciarías inseguridades o quizá, estarías permitiendo que alguien te robe paz.
Analiza tu relación, tus necesidades y si en verdad tienes el amor que quieres y mereces.
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