Con el paso de los años te conviertes en una mujer segura, que sabe lo que quiere y a quien quiere en su vida. Que no se permite menos y lucha por las cosas que se propone.
Las relaciones pasadas te han permitido valorar y apreciar el verdadero amor, por esto, no aceptas a cualquier persona en tu corazón.
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Y no es que tengan que pasar una serie de pruebas, simplemente deben valer la pena. Alguien que realmente te quiera tal y como eres.
Y si tú eres una mujer madura y segura de sí misma, no quieres esto en tu relación:
1. Insatisfacción.
Y sí, nos referimos a los aspectos de la cama, sí quieres algo lo pides y lo hablas con tu pareja, eso de quedarse callada por no herir los sentimientos del otro no va contigo.
Lo hablas, pero sin exigir ni ofender, pues una relación es de 2 y si los 2 van a estar ahí, los 2 tienen que disfrutar por igual.
2. Control.
Ni tú quieres saber a detalle todo lo que hace él, ni permites que tu pareja quiera manejar tu vida a su antojo. Ambos son independientes y sí disfrutan de su amor, sin interponerse en las decisiones del otro.
3. Aceptar a terceros.
Y no hablamos de una infidelidad si no de involucrar a sus madres e incluso a sus amigos. Tú como mujer madura y segura no dejas que nadie entre en tu relación, sabes perfectamente que las envidas nunca faltan, por eso, los mantienes alejados de tu vida amorosa.
4. A cambiar.
Nunca es bueno aceptar que alguien te quiera cambiar por el simple hecho de que serán más felices así, si de verdad te quiere te aceptará con todos tus defectos.
Recuerda que, si él te exige tallas menos, tú podrías exigirle más centímetros.
5. Desinterés.
Eso de hacerte la difícil no es lo tuyo, si quieres demostrarle a alguien que te gusta lo haces y esperas lo mismo a cambio. Ya no estás para rodeos, ahora quieres demostrar y recibir el mismo amor.
