Superar un divorcio o una separación no es cosa fácil ni es algo que se logre de la noche a la mañana, pero con calma, paciencia y amor propio, se puede dejar atrás lo que ya no fue.
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Primero, entendemos que en este preciso momento puedes estar sintiendo un nudo en la garganta y está bien, el dolor y el llanto son parte de la despedida.
Llorarás lo que necesites llorar para vaciar tus emociones, no te reprimas, al contrario, abraza tu tristeza, significa que algo te importaba mucho y eso vale oro.
Calma
Tu duelo durará lo que tú necesites, no hay tiempo mínimo ni máximo, habrá quien te diga que el duelo dura el doble de lo que duró tu relación, pero no es así.
No hay un estándar ni una medida «que nos quede a todos».
Paciencia
Sé paciente contigo, estás aprendiendo a soltar, a sanar y a seguir después de un sueño que no sólo terminó, sino que dejó un mal sabor de boca o simplemente no resultó lo que deseabas.
Habrá días malos y otros más llevaderos, lo importante es que vivas cada un con paciencia y buscando tu paz.
Amor propio
Este es el mejor remedio para superar un divorcio o una separación de pareja.
El amor propio es quien te rescatará de la tristeza por una etapa concluida.
Será la mano que te impulse a seguir adelante y a apapacharte el alma cuando lo necesites.
Acepta el cambio
Si ya no hay marcha atrás, es momento de aceptar el cambio, está en tus manos el poder llevar esto de forma más amable.
Será tu perspectiva lo que te lo haga más fácil o más difícil. Asume que es por tu bien y paz mental, aceptar lo que ya no será. La vida sigue y todo siempre pasa.
Por otro lado, tu proceso requerirá ciertas acciones para cerrar el ciclo.
1. Depura.
Depura la ropa, objetos, muebles y todo lo que te rodee, tira a la basura, vende, intercambia o dona, todo aquello que te relacione a tu ex.
2. Renueva.
Renueva tu espacio, cambia los muebles de lugar, múdate, pinta las paredes de otros colores, busca un roomie… Necesitas renovar tu entorno.
3. Pide ayuda
Acudir con un especialista o continuar con tus sesiones psicológicas será de gran ayuda.
No subestimes el poder platicar con un profesional acerca de tus emociones y salud mental. Es importante que, de ser necesario, busques ayuda con un profesional.
4. Haz algo que siempre quisiste hacer.
Dicen por ahí que una mente ocupada no extraña a nadie, así que actívate y haz algo que siempre has querido hacer.
Por ejemplo, métete a clases de natación, yoga, pilates o monta un invernadero.
Mientras ejecutas estas 4 acciones, cumple, a la par, las siguientes tareas emocionales.
5. Ve películas.
El cine nos puede ayudar a sacar, sí, quizá nos haga soltar unas lágrimas, pero vivir con los personajes procesos similares, también es de ayuda.
Te recomendamos estas películas que son muy buenas con esta temática: 7 películas que debes ver si estás en plena separación de pareja
Perdónate y perdónalo
Sí, comienza por perdonarte tú y después perdona a tu pareja.
Las cosas no funcionaron y ahora debe seguir cada uno su camino.
Suelta las culpas
La culpa no sirve de nada, mejor quédate con el aprendizaje de las experiencias y evita remordimientos en vano.
Recuerda que hay cosas que apenas estás logrando ver hoy que antes no pudiste porque no tenías los recursos emocionales. No te culpes.
Escribe para agradecer
Lleva un diario en el que puedas agradecer todo lo que estás teniendo la oportunidad de vivir HOY a pesar del dolor de la separación.
Por ejemplo, agradece la ducha caliente, el café, el ver a tus hijos sonreír o el poder dormir atravesada en toda la cama. Agradece todo lo que puedas.
Así, podrás expresar lo que sientes sin quedarte con algo en tu interior.
Si, además de agradecer te nace escribir una carta o un pensamiento que no llegará a su destinatario, es válido.
Rodéate de amor
Frecuenta a las personas que te aman y te regalan cariño y paz.
Mándales mensaje, llámales, ve sus fotos, haz una red de amor para ti.
Valora lo que hiciste
Superar un divorcio o una separación de pareja es complejo, pero claro que se puede. Sólo concéntrate en tu paz.
Para lograrlo, valora todo lo que pusiste de tu parte para que funcionara, sin culpar al otro de lo que hizo o no hizo… Recuerda, esto ya sólo se trata de ti.
Valora ese enorme corazón que tienes y el compromiso que le imprimes a tu relación.
Podrás salir de esto, como dice una canción, «luego después de todo siempre brilla el sol».
Date tiempo, tu corazón volverá a brillar…
