Una persona que es pobre de corazón reflejará en sus actos un vacío en su interior, pues querrá tapar la falta de seguridad y amor propio, o al contrario, el exceso de éstas.
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Estar cerca de estas personas puede provocar que te sientas incómoda pues no te inspiran la total confianza y prefieres irte con reservas.
Así como las personas víricas
Esto es por lo que se caracterizan:
1. Critican hasta lo que no les afecta.
Porque no se detienen a pensar de forma empática o emotiva, su opinión es lo más importante y para ellos es «la única verdad».
2. Buscan sobresalir para ganar reconocimiento.
Para estas personas es necesario tener reconocimiento para no sentirse fuera de lugar o poco importantes.
Les genera ansiedad no tener una participación que destaque su persona.
3. Es según lo que le convenga.
Se adaptan a las situaciones dependiendo lo que les convenga, así que se moldean para «encajar» en donde sea, siempre y cuando sea bueno para ellos o les deje algún beneficio.
4. Presumen sin parecer que lo hace.
A estas personas les encanta darse a notar, en ocasiones de forma obvia, pero también de forma sutil pues así disimulan que es lo que estaban esperando.
5. No piensan en los otros.
Estas personas actúan sin empatía, pues lo que más importa es cubrir sus defectos o lograr sus objetivos de reconocimiento o autoestima.
6. Siempre tienen justificaciones para sus errores.
Son muy hábiles para justificarse.
7. No pelean por la justicia, sólo por las causas que los adornan.
Así que no serán justos, actuarán de acuerdo a sus propias posibilidades y metas.
8. No inspiran confianza genuina.
En su personalidad habrá algo que no cuadre y algunas personas podemos percibir, pues a pesar de sus esfuerzos, no serán personas congruentes y en un descuido se puede manifestar.
Si tienes cerca de ti a alguien que actúa de esta manera, piensa cuál es la mejor forma de tratarlo, no permitas que te afecte.
