Después de meses o años en una relación amorosa pueden caer en la monotonía, sobre todo, cuando no hay interés, cariño, ni amor.
Sí, lo sabemos, al inicio todo fue miel sobre hojuelas, se adoraban y tenían muchas ganas de comerse a besos.
La pasión, los cariños y los momentos juntos eran increíbles, pero lamentablemente son cosa del pasado.
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La rutina apareció y no les ha permitido renovar su relación. Pueden amarse mucho, pero el conformismo, la indecisión y los problemas los mantienen en la monotonía.
Si aún no se han dado cuenta o están en un momento de negación, es importante que le presten atención a las señales.
Porque si su relación sigue así no solo provocará problemas también los hará muy infelices:
5 señales de que tu relación cayó en la monotonía
1. No hay motivación.
Si ya no tienen ganas o no creen que sea necesario hacer algo para demostrarse su amor, definitivamente cayeron en la monotonía.
Que ya no tengan un motivo para estar juntos, ha provocado que la costumbre se asiente y les haga creer que lo mejor es esperar a que todo explote.
2. Falta de interés.
Si ya no te preocupa tu pareja, no te interesa su día y tampoco te importa si le va bien o no, es una clara señal de monotonía.
Que ya no se interesen por sus gustos, hobbies, vidas o por su relación, ha causado un hueco en su corazón, en donde prefieren ignorar y no hablar de las cosas importantes.
3. Las ilusiones se están cayendo.
Es decir, muchas veces cuando conocemos a una persona solemos llenarlo de expectativas y verlo como alguien perfecto y maravilloso.
Sin embargo, con el paso del tiempo, los problemas, errores y defectos se hacen presentes.
Nos damos cuenta de que todo fue una ilusión y de que no era tan bueno como creíamos.
El verdadero problema es que no quieres soltar las expectativas, te aferras a esa ilusión y no te das tiempo de conocer a la verdadera persona que está a tu lado.
4. Hay pasión, pero no amor.
Creyeron que tener muchas relaciones sexuales los mantendría unidos y felices, pero la pasión ya no es tan buena como antes.
El problema es que se enfocaron en gozar mucho y sentir poco.
5. Ya no hay aventura.
No solo tienen una rutina aburrida establecida, también no hay emoción ni aventura. Se han conformado en no hacer nada para no molestarse o darse cuenta de que no son el uno para el otro.
Prefieren estar juntos (sin amarse) que enfrentarse a todos los problemas que existen en su relación amorosa.
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