Tal vez, creas que tu pareja es un amor, porque siempre está al pendiente de ti y te cuida en todo momento. Pero podría ser que en realidad es un manipulador.
Él dice querer lo mejor para ti, pero sus acciones y palabras te hacen sentir que solo se está enfocando en cambiarte o mejorarte.
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Cuando te enamoras de un manipulador estás en una relación tóxica y nada sana, por que él te hace creer que debes sacrificarte para estar a su lado.
Lo peor es que no es malo o no parece serlo, porque te da momentos buenos, pero la mayoría del tiempo sientes que algo no está bien.
Si crees que tu pareja es un manipulador, es momento de alejarte de él, porque te está haciendo creer que mereces sobras de amor y no amor de sobra:
7 señales de que estás con un manipulador
1. Quiere controlar todo.
Tiene una necesidad enfermiza de controlar cada aspecto de tu vida, desde como vistes, con quién hablas, quiénes son tus amistades, tu forma de hablar y hasta cada actividad que hace.
Pareciera que le tienes que pedir permiso para hacer algo. Incluso, él te dice que son recomendaciones, pero siempre presiona para que termines haciendo lo que él quiere.
2. Se burla de ti.
Dice amarte y querer lo mejor de ti, pero muchas veces te juzga, critica y se burla de tus acciones, pero sobre todo de tus errores.
Pareciera que él es tu peor enemigo, porque no quiere que salgas adelante o superes los malos momentos.
3. Tiene habilidades para mentir.
Pareciera que le es muy fácil hacerlo sin sentir culpa.
Porque aunque has descubierto en ocasiones que te ha engañado o mentido, siempre encuentra la forma para salir bien librado.
Incluso, puede ser que sus justificaciones sean mentiras más grandes que te hacen sentir mal por descubrirlo o juzgarlo.
Al final tú eres la mala y él una víctima.
4. Te aplica la ley del hielo.
Aunque tú sabes que está es una actitud infantil e inmadura, siempre cedes a hacer lo que él quiere para que te hable o deje de ignorar.
Un manipulador te castiga con su silencio, porque así te hace creer que tú eres la que estuvo mal o que te estás equivocando al exigir lo mínimo.
5. Cuestiona tu salud mental.
No te baja de loca, exagerada o hasta te insinúa que tú eres la manipuladora. Lo peor de esto, es que cree que ir a terapia o hablar de tus emociones está mal.
Te hace creer que debes aguantarte lo que sientes o manejarlo tú misma, porque él nunca tiene la culpa.
6. No hay responsabilidad afectiva.
Nunca es capaz de aceptas sus equivocaciones y tampoco se hace responsable de la forma en la que te trata o te lastima.
Juega el papel de víctima y también te hace creer que eres muy sensible o que no lo amas, por eso no lo aceptas tal y como es.
7. No es empático.
En todo momento te exige, que cambies cosas que no están mal, que entiendas por qué te fue infiel o que seas capaz de ver que cometió un error porque tú lo obligaste.
Te pide empatía por acciones que te lastimaron y sobrepasaron tus límites, pero no es capaz de entender que él es el problema y no tú.
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