Si ya entraste a esta nota es porque sabes que te estás aferrando a un hombre que no te hace feliz, pero que crees que vale la pena darle una nueva oportunidad.
Sin embargo, dentro de ti, sabes que él no es bueno para ti y que su relación no te está brindando todo lo que quieres y mereces.
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Te estás aferrando porque ya sabes que él no es bueno para ti, pero no quitas el dedo del renglón por “amor” o por lo que tú crees que lo es.
Y es momento de que aceptes que esa relación no te está haciendo ningún bien y que te estás aferrando a un hombre que ni siquiera te ama y ni te da lo mínimo:
Cómo saber si me estoy aferrando a un hombre
1. Estás con él por lo que fue, pero no por lo que es ahora.
Te estás aferrando al pasado y a lo maravilloso que él era en ese entonces y aunque ya no queda rastro de ese hombre del que te enamoraste, tú no quitas el dedo del renglón.
Y no por amor o porque tengas la esperanza de que cambie, sino que sigues viviendo en algo que ya no existe y se fue desde hace mucho.
No has querido ver que nunca fue en realidad ese hombre maravilloso y que todo fue un engaño.
2. Siempre lo justificas.
O lo tienes muy bien idealizado o él te ha manipulado todo este tiempo, porque no eres capaz de ver al hombre que en realidad es.
Ya que, siempre lo estás justificando y poniendo excusas por él o mintiendo para no tener problemas.
Lo peor es que él no se hace nunca responsable de sus acciones, porque te tienen a ti para cubrirlo.
3. No puedes expresarte libremente.
Crees que calladita te ves más bonita o que es la única forma de que él te ame como tú quieras, pero solo te estás aferrando a una idea equivocada.
Porque no importa lo que hagas por él, ese hombre jamás te verá como alguien valioso, porque no deja de pisotearte y de tratarte mal.
4. Hay más momentos malos que buenos.
La pasas muy mal y aún así te quedas a su lado. Porque solo ves los momentos “lindos” o has justificado tanto su comportamiento que a la menor demostración de amor, piensas que es lo mejor del mundo.
Te estás cegando por migajas, porque los malos momentos son más grandes y en todo momento, pero prefieres eso a quedarte sin nada.
5. Crees que él va a cambiar por ti.
En todo momento estás pensando que esto solo es una mala etapa en su relación y que solo es cuestión de que lo ames más para que cambie por ti.
Pero esto no pasará, solo él se seguirá aprovechando de todo lo que le estás dando. Porque si va a cambiar, lo hará porque así lo desea, no por ti.
No importa cuando se lo pidas o le des.
6. Siempre comete los mismos errores.
Pareciera que le gusta verte sufrir y que te está demostrando que no quiere cambiar por ti, porque siempre comete el mismo error.
Se justifica diciendo que así es él y así lo aceptaste o que va a mejorar, pero nunca lo hace, mientras que tú te aferras a sus promesas que ya sabes que no te va a cumplir.
7. No quieres ser la mala del cuento.
Te estás aferrando a esa relación porque él no tiene a nadie o peor aún porque te ha manipulado tanto que te ha hecho creer que si lo dejas podría hacer algo horrible.
No quieres ser la villana de la historia ni tampoco lastimarlo, pero no te das cuenta que con este comportamiento, él te lastima más a ti, porque solo juega con tu amor.
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