Cuando conocemos a alguien, solemos crearnos una idea de su forma de ser, con el paso del tiempo y de la convivencia, vamos modificando esa idea.
Sin embargo, cuando algo desagradable ocurre, nos sentimos defraudadas, decepcionadas, engañadas y todo lo que se le pueda sumar.
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Pero, ¿hasta qué punto es nuestra culpa haber confiado ciegamente en nuestra pareja?
Esto va más allá de nuestra relación pues suele suceder con amigos, familia y compañeros de trabajo.
Confiamos y cuando nos fallan, nos decepcionan.
Entonces, queremos darte un consejo que, en cuanto escuchamos vimos que debíamos de poner en práctica:
«Escucha a la gente, ellos te dicen cómo son, escúchalos y créeles, eso te ayudará mucho».
Es decir, si alguien te dice, «como amigo soy bueno, pero como pareja siempre fallo», créele, está diciéndote la verdad.
En ocasiones cometemos el error de pensar que son cosas aisladas, que sus actos y palabras varían por su humor, o peor aún, que con el tiempo cambiarán, pero no es así.
Realmente las personas expresamos nuestra forma de ser cuando decimos: «soy una mujer celosa», «soy insegura», «soy detallista, «tengo carácter»…
Así lo hacemos todos.
Así que cuando digan sin que tú se los cuestiones: «no sé cómo ser un buen padre, pareja, esposo, tío, papá, amigo, jefe, compañero…», es porque no lo saben.
Escuchar y creer lo que otros dicen que son, te ayudará a evitar decepciones, ellos lo dicen, entonces ahórrate el sufrimiento y la frustración.
