Tener una relación amorosa es una experiencia que, aunque vamos repitiendo con el paso del tiempo, siempre nos sorprende.
¿Por qué? Porque a menos de que nos hayamos quedado con nuestro primer novio, vamos de relación en relación encontrando nuevos retos emocionales, algunos puestos por nosotros y otros por la persona que tomamos de la mano.
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Por el otro lado, cuando ya tenemos una relación amorosa formal y estable y vivimos bajo el mismo techo implica descubrir casi a diario «detalles» de la otra persona.
Por ello, es importante que vayamos aceptando y entendiendo algunas verdades, sobre todo cuando queremos manejar nuestra vida con inteligencia emocional.
1. Las personas dan lo que tienen.
Es decir, los integrantes de la pareja darán lo que está en ellos mismos, su bondad, paciencia, responsabilidad o cualquier otra emoción tendrá los niveles que cada uno esté dispuesto a dar pues es lo que habita en su interior.
Debemos tener en cuenta que esto pasa tanto en las emociones «positivas» como en las «negativas».
Si tú eres amorosa, detallista y perdonas rápido, es que eso es lo que llevas adentro de ti, pero si tu pareja es más reservado y le cuesta trabajo hablar de sus emociones, es que eso lo tiene arraigado.
2. Cada quien decide ser la pareja que es.
Esta vida se trata de decisiones, pero no sólo se trata de «seguir en un trabajo o renunciar», hay pequeñas decisiones diarias que definen nuestra relación.
A veces esto es tan inconsciente que ya no las reflexionamos o pensamos y simplemente actuamos.
Por poner un ejemplo, ¿has decidido dejar de darle los buenos días a tu pareja? o ¿Has decidido ser gentil con tu pareja por el resto de sus días?
Aunque la inteligencia es importante, nuestra intuición, empatía, educación y qué tan observadores somos (con otros y con nosotros mismos) nos puede llevar a tomar decisiones que sumen/construyan en nuestra vida.
3. Las personas cambian, peeero…
Cuando lo quieren, como pueden y en lo que ellos deciden.
El cambio es un proceso que cada quien afronta a su manera, si para algunos sólo basta tener voluntad, para otros será necesario el apoyo de un psicólogo.
Y, el cambio se presentará según lo que cada persona pueda manejar consigo mismo.
No podemos esperar que las personas nos amen y nos den su amor como lo deseamos, y si hay algo que esperamos que cambien, debemos estar conscientes del proceso que conlleva.
En todo caso, reflexiona qué tan sano te resulta tener esperanza de ver un cambio en alguien más.
Lo más importante es que, si decidimos llevar nuestra relación amorosa con inteligencia es que nuestra pareja: tenga claros los límites y que no los pase.
Dos acciones que sin duda, nos corresponden marcar con firmeza.
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