Tal vez, no lo sabías o no te habías dado cuenta, pero el estrés y el cansancio te hacen perder mucho dinero.
Cuando trabajas largas jornadas y estás en un ambiente laboral tóxico o lleno de estrés, terminas malgastando tu dinero.
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Incluso si te cuesta desconectarte del trabajo o no puedes dormir por la ansiedad, puedes perder mucho dinero.
El estrés no solo afecta tu salud, también a tu economía y a tu trabajo. Porque no haces las cosas de la forma correcta y tomas decisiones que evitan que logres la estabilidad económica que tanto deseas.
A continuación, te decimos lo que provoca el estrés en tu vida y cómo estás perdiendo dinero sin darte cuenta…
3 maneras en las que el estrés te hace perder dinero
1. Tomas más riesgos.
Es decir, cuando estás estresada y cansada no puedes ver la luz al final del túnel, solo ves opciones desesperadas o salidas fáciles.
No eres capaz de pensar en los pros y contras de tus decisiones y solo te dejas llevar por lo que crees que te salvará del apuro.
Y arriesgas para perder, porque no escuchas a tu intuición, sino que decides por impulso.
Pierdes dinero al “invertir” en negocios que no te sirven, al emprender sin tener un respaldo o trabajar solo por el sueldo y no por tu felicidad.
Te estancas en un círculo vicioso en donde solo te desgastas.
2. No analizas las consecuencias.
La falta de sueño activa áreas en el cerebro que anticipan resultados positivos. También reduce las partes que esperan resultados negativos.
Es decir, tomas más riesgos financieros sin pensar en las consecuencias.
Cuando estás cansada y estresada, sueles adquirir productos que no necesitas, ya tienes o que te dieron “felicidad” de una forma momentánea.
Si te encanta justificarte con un “me lo merezco”, “para eso trabajo” o “ya veré cómo consigo dinero”. Solo terminarás endeudándote y haciéndole daño a tu bolsillo.
3. Dejas de ser productiva.
Si siempre te despiden del trabajo, duras poco tiempo en ellos o tus emprendimientos fracasan de una forma magistral, podría deberse al cansancio y al estrés.
Ya que estos dos factores reducen tu nivel de concentración, la habilidad para resolver problemas, tu creatividad y tu memoria.
Esto impacta tu desempeño laboral y dejas de ser productiva, por lo que se ve reflejado en tu sueldo y en aquellas actividades que no puedes realizar para tener otro ingreso.
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