Tener un bebé después de los 35 años es completamente posible y muchas mujeres lo hacen con éxito.
Lo sabemos, a los 35 años tener un bebé es considerado tener un embarazo geriátrico, lo que considera que ya eres mayor para ser madre y puedes tener algunos riesgos de cuidado.
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Sin embargo, situaciones como diabetes gestacional, presión arterial alta, preeclampsia, placenta previa, parto prematuro o bebé con bajo peso al nacer se pueden controlar con información y prevención.
Ya que, con controles prenatales regulares y tempranos, alimentación saludable y control del peso, ejercicio moderado, ácido fólico antes y durante el embarazo, evitar el alcohol, tabaco y otras sustancias, y considerar pruebas genéticas y exámenes prenatales específicos (como la amniocentesis o el test prenatal no invasivo) son esenciales para un embarazo a los 35.
Ser mamá después de los 30 años puede tener muchas ventajas, tanto emocionales como prácticas. A continuación, te dejamos algunas de las más destacadas:
Ventajas de ser mamá después de los 35
1. Mayor madurez emocional.
A los 35 o más, muchas mujeres se conocen mejor a sí mismas, han trabajado en su desarrollo personal y están más preparadas para manejar los altibajos emocionales de la maternidad.
Por lo que podrás tomar este “reto” de vida con más inteligencia y responsabilidad.
2. Estabilidad profesional y económica.
Es más probable que a esta edad ya hayas alcanzado una posición laboral estable, lo que te da más seguridad financiera para criar a un hijo sin tantas preocupaciones.
Incluso, ya habrás cumplido algunos sueños personales y profesionales, por lo que no sentirás que te falta algo por lograr y será más fácil compaginar ambas versiones de ti, la profesional y la de madre.
3. Relaciones más sólidas.
Muchas mujeres a esta edad tienen relaciones de pareja más maduras o han tomado decisiones conscientes de crianza, ya sea sola o acompañadas.
Y con esto no queremos asegurar que tu relación de pareja sea perfecta o que nada puede afectarla, sino que ya eres más consciente de lo que mereces y aceptas en tu vida.
Por lo que tienes claro que no debes quedarte con alguien que te hace infeliz, solo por los hijos, y que es mejor estar sola que mal acompañada.
4. Decisión consciente de ser madre.
La maternidad a esta edad suele ser una decisión más meditada y menos influenciada por presiones sociales o familiares.
Lo haces, porque así lo deseas y no para complacer a otras personas o porque es el rol al que estás obligada.
5. Mayor paciencia y tolerancia.
La experiencia de vida aporta más herramientas para enfrentar con calma los desafíos de la crianza.
Por lo que, ya no te estresarás fácilmente ni tampoco te rendirás de inmediato, sino que te darás más apoyo y sabrás que todo es parte del proceso. Incluso, que no debes hacer las cosas perfectamente, sino con amor.
6. Más acceso a información y recursos.
Las madres “mayores” suelen informarse más, ya que, suelen investigar sobre crianza respetuosa, salud mental, gestacional y tienen más claridad sobre lo que quieren transmitir a sus hijos.
7. Mejor planificación familiar.
La planificación suele incluir no solo lo médico, sino también lo emocional y logístico. Se piensa más en el futuro del niño y en cómo equilibrar todas las áreas de la vida.
Sí, es posible ser madre después de los 30
Aunque hay ciertos riesgos médicos asociados con el embarazo después de los 35, la medicina actual permite un seguimiento muy preciso y exitoso en la mayoría de los casos.
Lo importante es contar con un buen equipo médico, cuidarse antes y durante el embarazo, y tomar decisiones informadas.
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