Si tu segundo nombre es procrastinar porque siempre dejas todo para después o no eres capaz de concentrarte en tus actividades, es momento de hacer un cambio.
Tal vez, creas que no pasa nada que hagas todo al último momento o medio termines tus deberes, pero sí hay un problema grave en esta situación.
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Porque esto refleja que hay un problema en tu vida que estás ignorando o al que no le estás dando la suficiente atención.
Por esto, es momento de que hagas algo al respecto con tu salud y comiences a organizar tus ideas y vida, para ya no estar estresada todo el tiempo y para cumplir tus metas.
¿Qué es procrastinar?
Se le conoce como procrastinar a la tendencia de posponer actividades importantes de tu día a día o proyectos relevantes.
En donde se prefiere realizar una actividad más relajante, cómoda o placentera. Para después sentirte culpable, cansada y estresada por la tarea que dejaste pendiente y que crees que no eres capaz de realizar.
La procrastinación puede surgir por diferentes situaciones, desde que no sepas organizar tu tiempo de una forma eficiente, tienes temor a fracasar y por eso no haces esta actividad, estás predispuesta, no procuras tu bienestar físico, eres demasiado indecisa, te gana la pereza o tus inseguridades dominan tu vida.
¿Cómo saber que estoy procrastinando una actividad?
– Tu área de trabajo está desordenada y eso no permite concentrarte.
– No tienes una agenda o calendario de actividades.
– Nunca sabes por dónde empezar.
– Prefieres ceder ante un estímulo a corto plazo, es decir, descansar ahora que trabajar por tu meta y sentirte plena por ese logro.
– Evitas las responsabilidades o se las pasas a alguien más.
– Te aburres rápidamente de una actividad.
– 15 minutos de descanso se convierte en un día perdido por estar descansado o navegando en redes sociales.
– Te cuesta prestar atención.
– No puedes estar quieta trabajando, te da hambre, necesitas moverte o hacer otra cosa antes de realizar una actividad.
– Sueles soñar despierta.
¿Cómo dejar de procrastinar?
1. Comienza tu día con una tarea sencilla.
Sí, tal vez, creas que esto no solucionará tus problemas de procrastinación o que haces muchas tareas sencillas a lo largo del día.
Sin embargo, esta tarea debe tener la intención de inspirarte, para que veas capaz de lograr las cosas si te lo propones.
El punto es que sea algo fácil de hacer, pero que vaya en dirección a aquello que te cuesta hacer.
2. Organízate.
Es importante que aprendas a organizarte adecuadamente. Lo sabemos, lo has intentado un millón de veces sin resultados favorables, pero en esta ocasión debe ser diferente.
Puedes utilizar una aplicación para colocar tus pendientes, comprarte una agenda o tener un journal dirigido a tus actividades.
De esta forma verás que debes hacer y cuál es la fecha límite para terminar ese pendiente.
3. Haz lo más difícil primero.
Muchas veces dejamos hasta el final las tareas más difíciles, creyendo que al evitarlas podremos dejarlas en el olvido o alguien más las resolverá.
Sin embargo, esto provoca que tengas menos entusiasmo y energía, lo que causará que sea más difícil para ti realizarla.
Por esto, debes comenzar con lo que más se te dificulta, así tendrás más tiempo durante el día para hacerla y más concentración para terminarla pronto.
4. Implementa la regla de los 20 minutos.
Esta regla consiste en no ceder a tu impulso de avanzar esa tarea difícil y esperar 20 minutos para retomarla.
Por ejemplo, si quieres irte a acostar a tu cama o ver tus redes sociales, espera 20 minutos. Solo quédate ahí frente a esa actividad o estira tu cuerpo.
Al pasar ese tiempo verás que, las ganas de hacer algo menos productivo simplemente se irán.
5. Premia tus avances.
Dejar de procrastinar puede ser algo difícil de lograr, sobre todo cuando es un problema que llevas cargando por mucho tiempo, sin embargo, puedes impulsarte a lograrlo.
Es decir, comienza a reconocer tu esfuerzo y desempeño.
Si logras hacer las pequeñas actividades que te has propuesto durante el día, puedes premiarte con un descanso, dejar otra actividad importante para otro día, disfrutar de un paseo, ver más redes sociales o algo que disfrutes comer.
De esta forma sabrás que hacer bien las cosas te traerá cosas buenas.
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