Mientras tú crees que la vida te odia porque solo te presenta patanes y no te deja encontrar el amor, la realidad es otra.
Porque tú eres la que está provocando que ellos se acerquen a ti y jueguen con tus sentimientos.
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Lo sabemos, te parece ilógico, porque tú quieres amor, pero tus acciones y hábitos causan que seas imán para los patanes.
Es momento de que notes tus errores y hagas un cambio, porque mientras sigas abriéndoles la puerta con estas cosas, ellos seguirán rompiendo tu corazón y jamás encontrarás al bueno.
La razón por la que patanes se “enamoran” de ti (y juegan contigo)
1. No has sanado.
Seguirás cometiendo el mismo error hasta que hayas aprendido la lección y cuando seas capaz de perdonarte y soltar lo que ya no te hace bien.
Porque si sigues aferrada al pasado, a esos amores que te traicionaron o a creer que el amor de tu vida ya llegó y se fue, jamás encontrarás al bueno.
Necesitas perdonar y sanar las viejas heridas, para que así puedas valorarte y estar con alguien que te valore.
2. Te conformas.
Encuentras a alguien que te habla bonito y caes rendida a sus pies. No te das el tiempo de conocerlo ni de saber si vale la pena.
Simplemente te dejas llevar porque te vio o porque te mostró un poco de interés. Sin embargo, esto no quiere decir que sea el bueno.
Atraes a los patanes, porque solo te dejas llevar por la apariencia y te conformas con lo que ves, porque crees que el interior será igual que el exterior, pero siempre es así.
3. Vas demasiado rápido.
Estás tan desesperada por tener un poco de amor en tu vida, que quieres que todo sea rápido para que no lo pierdas o para que no lo arruines.
Sin embargo, esto solo te orilla a que solo le des la oportunidad a hombres que no buscan nada serio contigo y que solo quieren aprovecharse de tu soledad.
La relación no funcionará solo porque vaya muy rápido, si no tiene las bases necesarias, fracasará. Además desperdiciar tu tiempo y amor, en alguien que no los merece.
4. Te contradices.
Los patanes se acercan a ti, porque ni siquiera tú crees en ti misma, eres una presa fácil, porque solo es cuestión de hacerte creer que te quieren, cuando claramente no es así.
Sobre todo, porque vas por la vida asegurando que no te importa que te rompan el corazón o que no quieres una relación seria, cuando obviamente la quieres y la mereces.
Te estás “vendiendo” como alguien que le da igual el amor y esto provoca que te den eso. El problema es que te enamoras, ilusionas y ya después no saber qué hacer.
5. Te falta amor propio.
Sí, tal vez, este sentimiento provenga de las traiciones y decepciones, pero es tu labor sanar, no importa si otros fueron lo que lo provocaron, si tú no lo haces, nadie más lo hará por ti.
Es importante sanar, perdonar, cuidarte y verte como prioridad, no solo para tener una relación sana, sino principalmente para sentirte feliz y cómoda en tu propia piel.
Al no trabajar en tu autoestima, dejas que otros lleguen a tu vida y hagan lo que quieran.
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