A ti que te estás rescatando solita, te dedico estas palabras…
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No puedo saber lo que te pasó y tampoco conozco el motivo de tu tristeza pero reconozco en tu el valor, la fuerza y el amor propio que todas las personas deberíamos de tener.
Tampoco es que me interese mucho escarbar en tu pasado y en aquello que estás superando, así que quiero decirte: ¡Eres inspiración pura!
Eres valien te, valiosa y te admiro.
Has llorado y has dejado de llorar, te has secado tus lágrimas y también las gotas de tu sudor cuando te has esforzado en estar mejor.
Quizá te has puesto a hacer ejercicio para sentirme más ligera o para sacar el estrés acumulado.
Quizá sólo te has encargado de sanar tu corazón para no estancarte y no por ello has dejado de darle una palabra de aliento a quien la ha necesitado cuando tú misma la estás buscando.
En la lucha por «estar mejor», has aprendido a soltar a quien no va a tu paso para aferrarte a tu estabilidad y amor propio.
En tu vida has encontrado experiencias difíciles que prefieres ver como aprendizajes.
¿Estás consciente de la valentía que se necesita para eso?
¿Sabes que hay personas a las que les cuesta la vida entera hacer lo que tú te dedicas a hacer por ti?
¿Sabes que tienes bondad y amor en tu interior y lo logras expandir a quien te rodea?
Aunque por momentos eres dura contigo y te exiges demasiado, también te permites sólo fluir y estar para ti sin descuidar lo que más amas y aún está contigo.
Eres el ejemplo de que se pueden cerrar ciclos, que no te da miedo la soledad ni lo complicado, sino el desamor y lo que no es recíproco.
Tú que te estás rescatando solita…
Que estás agarrando fuerza, que estás sanándote por amor propio, que estás curando tus heridas tratando de no molestar a nadie, eres grande.
No te quedas esperando a que vengan a ayudarte, eres valiente cuando pides ayuda.
Cuando buscas a alguien con quien hablar y desahogarte. Eres una guerrera cuando lo único que quieres es estar en paz.
Estoy orgullosa de ti, de tu corazón, de no querer provocar daños y sólo responsabilizarte de ti.
Vales oro, nunca lo dudes y recuerda que, todo pasará.
Puedes con esto, sigue siendo tú, ámate para amar, libérate para vivir…
Eres como el ave fénix que renace de sus cenizas.
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