¿Cuál sería el hogar ideal? Quizás ese donde padre y madre se apoyan mutuamente y participan de manera equitativa en la crianza de los hijos. Donde los niños se portan bien y la pareja encuentra espacios para la intimidad. Pero la mayoría de las veces esto no es así… en muchos hogares es la mujer quien asume la mayor responsabilidad de la casa y también la educación de los hijos.
Así te demuestra que todavía está enamorado de ti
En una encuesta realizada en Estados Unidos a más de 7.000 mujeres que son madres, el 46% de las encuestadas afirmó que sus maridos contribuyen más que sus hijos a incrementar su estrés.
Expectativas no cumplidas
Algunas de las mujeres alegaron que no recibían suficiente ayuda con las tareas del hogar de parte de sus parejas, lo que no les deja tiempo libre. Otras aseguraron que sus maridos daban más trabajo que los hijos y que sus actitudes infantiles las incomodaban. Mientras otras dijeron que el matrimonio de por sí las estresa ya que requiere de esfuerzos diarios.
Probablemente, no todas las familias cuentan con un padre comprensivo que comparta las responsabilidades de la casa. Pero parte del problema puede estar en las expectativas que tenemos las mujeres. Podemos esperar que un niño haga una rabieta y se porte mal, entonces estamos preparadas para enfrentarlo. Pero no esperamos que un hombre adulto tenga comportamientos de niño, lo que queremos es comprensión y ayuda del padre de nuestros hijos.
Cuando una de las partes de la pareja (que podría ser también la mujer) no cumple las expectativas, nos sentimos desilusionados y defraudados. Esas sensaciones desagradables van sumando estrés diario.
Los padres quieren más reconocimiento
En otra encuesta, esta vez realizada a 1.500 padres, cerca del 50 % expresó que sí compartían el cuidado de los niños con la madre. Pero el 75% de las madres encuestadas dijo que ellas se encargaban de prácticamente todo.
Muchos de los papás confesaron que estaban heridos porque sentían que jugaban un rol secundario en la familia. Además la mayoría de ellos dijo que les gustaría que reconocieran su esfuerzo con, al menos, algunas palabras de aliento.
El estudio deja al descubierto que existe una falta de comunicación y problemas de expectativas. Los padres creen que hacen lo suficiente y las madres consideran que no, que ellas se llevan todo el trabajo.
¿Quién es el responsable?
Ser padres no es fácil. No existe un manual y no todas las familias pueden funcionar bajo las mismas reglas. Por eso muchas veces nos estresamos y lo más fácil es depositar la “culpa” y responsabilidad en el otro adulto. La relación de pareja también debe cuidarse y requiere de una carga importante de trabajo, pero el problema es que las mujeres queremos satisfacer a todos y eso nos tensiona.
Es importante buscar la causa del estrés más allá del trabajo diario. El culpable no es él o ella, es alguna situación que no acomoda y que nos genera tensión. Diversos estudios arrojaron que un matrimonio que tiene constantes conflictos es tan perjudicial para la salud como fumar. Esto tanto para mujeres como para hombres, quienes tendrían una mayor probabilidad de sufrir un infarto producto de un matrimonio estresante. Por eso encontrar solución no es solo para mejorar la relación de pareja, también para cuidar la salud.
¿Cómo se soluciona el conflicto?
Como en muchos temas de pareja la solución parte desde la comunicación. Aprovechemos esta capacidad humana para expresarnos con el otro y que todo fluya de la mejor manera:
-Tu pareja no puede saber lo que estás pensando. Si necesitas algo pídeselo directamente.
-No intentes cargarte de todas las tareas. Deben compartirlas en pareja. Crear una lista de tareas para cada uno suele ser una buena opción.
–Hablen en pareja sobre los miedos, insatisfacciones e inseguridades. Se conocerán mejor y los acercará.
-Dejen claro qué espera cada uno del otro, sin criticar, y vean qué es realista.
Con pequeños momentos de comunicación diaria la relación de pareja crecerá y las tareas del hogar podrán llevarse más fácilmente de parte de los dos.
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