Esto es real, así como el amor, hay amistades que también terminan, hay amigos que tienen una misión temporal en nuestra vida y una vez cumplida, es mejor decirles adiós.
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Así como el amor, hay amistades que también terminan…
La amistad y el amor son relaciones que debes cuidarse, nutrirse y comprometerse. Sí, incluso en la amistad hay compromiso pero no es forzado, surge del interés genuino por el otro. El amor es eso, interés.
Entonces, llega un momento en la vida en el que así como surgen las despedidas amorosas, también hay que decirle «adiós» a un amigo o una amiga con la que ya no estamos conectados, personas con quien dejamos de ser compatibles.
Y, sí, normalicemos soltar aquellas amistades con las que dejamos de estar alineados, esas personas que nos apoyaron y a quienes apoyamos en una etapa de nuestra vida, seres que amamos y cuidamos pero que, por cosas de la vida, se van distanciando de nuestros ideales, valores, experiencias, humor, objetivos, carácter…
No es fácil pero es necesario, hay personas que dejan de ir a nuestro paso o nosotros somos quien dejamos de ir a su paso.
Relaciones que se van enfriando con el tiempo y que la distancia fractura hasta separar caminos.
Se les desea lo mejor y se les ve crecer, cumpliendo las metas que nos confesaron y visitando lugares que dejaron de ser en común.
Hay amistades que no son para toda la vida pero que siempre se van a recordar. Hay amistades que terminan, algunas que nunca se van, pero no es una falla, es parte de la vida, de crecer y de evolucionar.
No te sientas mal por despedirte de un amigo o de una amiga, quizá sólo se cumplió su misión y ambos merecen nuevas personas para seguir creciendo, aprendiendo y apreciando la vida.
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