A veces una persona te da en días lo que alguien nunca te dio en años… Te invitamos a leer esta reflexión y a atesorar lo que realmente vale la pena.
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Suele pasar, tienes una relación larga en la que lo normal era estar arriba y abajo, rachas buenas y malas, llega un punto en el que te acostumbras a eso y lo aceptas como parte de tu realidad.
Pero, después esa relación termina y con el tiempo entiendes que esa sensación que tenías todo el tiempo era algo que no debiste conformarte a sentir.
Lo asimilas, lo trabajas y esperas no volver a cometer el mismo error.
Pero resulta que tiempo después en una nueva relación, te das cuenta de algunas cosas que siempre estuvieron mal en tu pasado amoroso y que no solucionaste porque o no las viste o las viste y no supiste cómo lidiar con ello.
Entonces, te das cuenta que mientras con una persona todo era complicado y tenso, con otra persona todo fluye, estás tranquila, no tienes que andar convenciendo a nadie, ni haciendo malabares para que todo esté bien.
Y sí, a veces una persona te da en días lo que alguien nunca te dio en años…
Dicen por ahí que no estaba mal lo que estabas pidiendo, sino que se lo pedías a la persona equivocada y en la mayoría de las ocasiones es cierto.
No siempre te equivocas, no siempre tú pareja tiene la razón cuando te dice que eres la mujer exagerada, intensa o loca.
Esas palabras bajo cierto contexto son tan violentas como un golpe o indiferencia.
Es válido sentir lo que sientes y querer lo que quieres, pero también es muy valido y necesario tener el valor de salirte de una relación en la que la forma de amar del otro no es compatible con la tuya.
Sí, a veces una persona te da en días lo que alguien nunca te dio en años y te toca valorarlo, apreciarlo y cuidarlo; ofrecer lo mismo y mostrar una disposición genuina en mantenerlo lindo y sano para todos.
Ya sabes lo que es no tener un cariño sano y armonioso en tu vida, ahora ámense y sean felices.
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