Existen pequeños esfuerzos que muchos olvidan cuando se ponen en forma, es más su obstinación por bajar el consumo de calorías y hacer ejercicio que descuidan otros aspectos importantes.
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Así que queremos invitarte a que, además de cumplir con los actos que estás implementando, recuerdes que hay cosas más sencillas, dentro de nuestra rutina que no puedes dejar de lado.
Pequeños esfuerzos que hacen la diferencia
1. Desayunar.
Ningún plan alimenticio serio va a pedirte que te saltes el desayuno, quizá alguno requiera que te organices mejor con tus horarios de comida, pero no saltarte una comida.
2. Dormir bien.
Al modificar tu dieta y tus hábitos tu cuerpo hace un esfuerzo extra, así que el descanso es más que reparador.
Dormir bien es la mejor manera de ayudar a tu organismo a estar sano.
3. Tener pensamientos positivos.
Así como deseas que en cuerpo se reflejen los cambios de un nuevo estilo de vida, debes de modificar tus pensamientos.
No se trata de un cambio en tu apariencia sino de un cambio en tu persona.
4. Trabajar tus emociones.
Así como algunas personas comen por ansiedad y estrés, hay quienes no son conscientes de sus emociones y esto se refleja en alguna actitud o hábito poco saludable.
Para vivir un cambio integral, te recomendamos procurar tus emociones igual que como procuras tu salud física.
5. Sentirte feliz con tu régimen.
Es decir, sentirte feliz por ti, por tu proceso, por tu cambio, por estar trabajando en ti y en tu cuerpo que es tu templo.
Estos pequeños esfuerzos trabajan en función a ser consciente de que cuidar tu peso o tu apariencia física va más allá de concentrarte en ser una talla.
Si lo que estás haciendo te provoca tristeza, preocupación o flojera, entonces aún no das con la forma en la que debes relacionarte sanamente con tu peso, hábitos o autoestima.
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