Para las que ya leímos «Comer, Rezar y Amar» de Liz Gilbert, o mínimo ya vimos la película protagonizada por Julia Roberts, sabemos a qué se refiere estar en equilibrio con o sin pareja.
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La RAE define «equilibrio» de diferentes maneras, pero la que más nos sirve para ilustrar este caso es:
«Ecuanimidad, mesura y sensatez en los actos y juicios».
Nosotros lo interpretamos así: mantener una armonía entre los que pensamos, decimos, hacemos y sentimos en todos los aspectos de nuestra vida.
Y la realidad es que, algo que nace de nuestro interior, no tendría que modificarse por nuestro estado civil, ya sea con pareja o sin ella, deberíamos de procurar, alcanzar y mantener nuestro equilibrio.
Si tú quieres sentir esa estabilidad tengas o no pareja, pon en práctica la siguiente, ¡necesitas voluntad!:
1. No pierdas de vista tus prioridades.
Vive cada día como si fuera el último, entrégate a tu vida y/o al amor, pero siempre construye tus rutinas a favor de tus prioridades y tus metas.
2. Encuentra momentos sólo para ti.
Nada de pareja, amigos, familia, haz las cosas sola por ti sola. Así podrás conocer nuevos amigos y reconocerte a ti.
3. Ni todo el amor ni todo el dinero.
Aplica en todo, no sólo en la pareja. Si estás sola, es un momento ideal para no gastar innecesariamente y ahorrar.
4. No caigas en provocaciones innecesarias.
Ya sea peleas con tu amor o citas que desde un inicio sabes que van a fracasar. Sé selectiva en las batallas a luchar.
5. Ámate para amar a otros.
Nadie da lo que no tiene, así que ni pretendas amar bien a otro si no logras amarte a ti misma con tus defectos y aciertos.
6. No trates de controlar todo.
Recuerda que día a día, en todos los lugares a los que vayas y con todas las personas que te cruces, lo único que puedes controlar es lo que piensas, lo que dices y lo que haces.
Lo que otras personas hagan, piensen o sientan no es algo que puedas controlar, los pensamientos y acciones no están en tus manos.
7. Recuérdate todas las mañanas quién eres y para dónde vas.
Camina con un rumbo fijo hacia donde lo que te ayudará a realizarte como persona, no como mujer, no como esposa, novia, hija, amiga, lo que tú deseas construir.
8. Conéctate con la naturaleza.
Se más observadora, contempla lo que hay a tu alrededor y encuentra en tus paisajes comunes formas de hacer contacto con la naturaleza.
Si es necesario escápate a lugares que te permitan escuchar a las aves, ver montañas o las olas, atardeceres o animales no domesticados.
El equilibrio es algo que surge en tu interior y debe reflejarse en tus relaciones, no temas perder el equilibrio, ese nunca se termina de construir, es una tarea diaria.
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