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Lo que tuvieron que vivir estas 2 chicas para abortar te hará unirte a su causa

Porque estar a favor de la vida no debería obligarnos a arriesgar la nuestra

El aborto no es fácil... tampoco debería ser suicida

El aborto sigue siendo uno de los grandes temas de discusión porque abarca tan distintas aristas que ha sido imposible separar la vida humana del derecho de las mujeres sobre su cuerpo.

Los que creemos en que las mujeres tenemos que poder decidir sobre nuestro cuerpo no estamos en contra de la vida, pero pareciera que tienes que escoger alguno de los 2 bandos. Sin embargo, lo que vivieron estas chicas va más allá de ser pro vida. En lo que todos nos debemos poner de acuerdo como sociedad debería ser en garantizar un proceso médico digno para quien decida (bajo la circunstancia que sea) que no quiere ser madre.

Obviamente ese es el meollo del asunto, pero en un estado laico y secular esto no debería estar a discusión. Un embarazo no es un padecimiento ni una enfermedad pero sí requiere de intervención médica para realizarse y la calidad de ésta no debería ponerse en tela de juicio.

Cuando hablamos de legalización o no del aborto, de lo que realmente estamos hablando es de que las mujeres que quieran realizarse uno tendrán que desplazarse hasta encontrar el lugar en el que puedan hacerlo sin poner en riesgo su salud. La mujer que está decidida a abortar no se va a convertir en madre porque el gobierno dice… Va a ir a donde tenga que ir para interrumpir su embarazo.

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Partiendo de ahí es que la historia de estas 2 mujeres irlandesas tiene sentido.

En Irlanda (como en muchos países) el aborto está prohibido y el feto tiene los mismos derechos que la mujer que lo lleva dentro (sabemos que ese es el punto del debate…). La ONU misma ha dicho que esta prohibición es inhumana porque obliga a las mujeres a moverse de su entorno para poder cuidar su cuerpo.

Tal como lo hicieron estas 2 chicas. De manera anónima, 2 irlandesas documentaron en Twitter lo que tuvieron que hacer para lograr un aborto sano. Cada tuit llevaba un mensaje directo hacia el Primer Ministro Enda Kenny pidiendo que revocara su ley.

Ambas chicas, mayores de 18 años, manejaron la situación como «exhiliadas» de Irlanda, forzadas a viajar distancias innecesarias para interrumpir su embarazo y luego… volver a casa con el cuerpo adolorido, la moral seguramente golpeada, y el ánimo por los suelos. Porque nadie ha dicho que abortar sea fácil… pero tampoco tiene que ser un suicidio.

Estas chicas se encontraron con más mujeres irlandesas en la misma situación y recibieron el apoyo de miles más alrededor del mundo. Porque independientemente de la opinión que cada una tengamos sobre el aborto, lo que es una realidad es que la mujer que está deicida a hacerlo lo hará y entre menos opciones tengamos para hacerlo de manera legal más propensas estamos a sufrir accidentes en clínicas clandestinas o en nuestro baño, con pastillas que la amiga de una amiga nos recomendó.

Al final estas chicas lograron interrumpir su embarazo en un ambiente médico adecuado. La decisión estaba tomada… lo peligroso y desgastante fue el viaje de tener que hacerlo lejos de casa, lejos de su gente, solas y «exhiliadas».

En un mundo ideal el aborto no es opción… En un mundo ilegal los embarazos accidentales no ocurrirían. En un mundo ideal los anticonceptivos están al alcance de todos y todos somos lo suficientemente responsables como para hacernos cargo de nuestra sexualidad y nuestro cuerpo. En un mundo ideal también tendríamos las mismas oportunidades que los hombres a pesar de ser madres y no tendríamos que escoger entre los hijo o la carrera.

Pero mientras este no sea un mundo ideal las opciones para abortar de manera legal y sana deberían ser una realidad para todas. Y que sea decisión de cada una de nosotras, según nuestras creencias y convicciones, si recurrimos a una solución así o decidimos ser mamás.

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