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¿Una ducha fría o caliente? Esto es lo que te recomienda la ciencia

¡Los expertos tienen un argumento de peso!

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Sabemos cuál es nuestra preferida, pero…¿cuál es la que nos aporta más beneficios?

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Y es que una ducha de agua fría es ideal después de una larga y exhausta jornada de ejercicios, pero una ducha caliente parece ser lo que más nos provoca antes de dormir.

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Pero más allá de nuestras preferencias, ¿qué es lo que dicen los expertos sobre lo que más nos conviene?

Según ellos, ¡todo depende de lo que se quiera conseguir!

Por ejemplo, si queremos obtener un efecto relajante, aliviar los dolores musculares, combatir el insomnio o incluso calmar los dolores de cabeza, lo más acertado sería optar por un baño reparador de agua caliente.

Además, no está de más recordar que una ducha con alta temperatura también nos ayuda a descongestionar las vías respiratorias, cuando somos víctimas de un resfriado o gripe.

via GIPHY

Ahora bien, ¿qué podemos decir de las duchas de agua fría?

Según los expertos, ellas son ideales para despejar la mente y el cuerpo, ayuda a concentrarnos en cualquier actividad intelectual y además favorece el gasto de calorías (por si estamos intentando bajar unos kilitos demás).

Entonces, ¿cuál debería ser nuestra opción?

Según los dermatólogos, lo mejor es el agua tibia, que impida que la piel se reseque y con la cuál podemos obtener los beneficios aportados en ambas opciones.

¡Cuéntanos cómo tomas la ducha: agua tibia o agua caliente!

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