¿Terminar la semana a-go-ta-da es normal para ti? Seguro es porque tratas de hacer todo de la mejor manera posible, pero también debes tener presente que estar trabajando, hacerte cargo de un hogar, procurar a un esposo, cuidar a tus hijos, estar ahí para la familia y amigos, es una tarea titánica.
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Estas son las señales de que estás trabajando demasiado:
1. Tu cuerpo está en casa y tu mente está en el trabajo
Incluso los fines de semana, te la pasas pensando en cuestiones del trabajo, incluso, estando en el baño de tu casa un viernes a media noche.
2. Sólo hablas del trabajo
Quizá ya hasta te lo dijo tu pareja, te la pasas hablando del trabajo a todas horas.
3. Tu celular no deja de sonar
Y no son tus amigos o familiares, es tu jefe, tus empleados o tus compañeros del trabajo quienes te llaman a todas horas.
4. Sueñas relacionado al trabajo
Sí, ni tu descanso se salva.
5. Pasas más tiempo en el trabajo que el portero del edificio
Tu turno incluye llegar primero que todos y ser el último en irte.
6. Tu jefe te manda a descansar
Incluso te dice: «¿Sigues aquí? ¿No te has ido? ¡Vete y me lo mandas mañana! ¡Lo necesito para ya! ¡Esto tiene que quedar hoy!» (seguro te suena familiar).
7. Tu vida íntima es mínima
Y eso te ha ocasionado peleas con tu pareja.
8. Tienes alguna adicción mientras trabajas
Al café, al cigarro, a bebidas azucaradas o a los cacahuates japoneses.
9. No tienes un hobbie
Todo tu tiempo, incluso el libre, está enfocado en cosas del trabajo, tu mascota no es feliz desde entonces.
10. No tienes sueño de calidad
Duermes poco, tienes insomnio o las horas que dispones para dormir no son reparadoras pues cualquier ruido te despierta, sigues en estado de alerta por la tensión y el estrés de los pendientes.
Si te identificaste con todo lo anterior, es momento de que tomes un descanso, recuerda que un estilo de vida saludable engloba comer bien, hacer ejercicio y descansar.
