¿Cuántas de nosotras hemos hecho dietas? De seguro más de una vez, ¿Y a cuántas de nosotras nos ha funcionado alguna? Por lo menos a mi ninguna.
La verdad es que sí funcionaran todos seríamos delgados, pero sólo logramos sentirnos frustrados, y al cabo de un tiempo, recuperamos lo que con tanto esfuerzo nos costo bajar.
Perdemos un valioso tiempo y esfuerzo, que podríamos dedicar a otra cosa como nuestros proyectos y nuestra familia. Te culpas a ti misma por no ser lo suficientemente fuerte y por no tener la fuerza de voluntad necesaria.
Y finalmente te preguntas ¿Por qué es tan difícil?, ¿Por qué no logro bajar de peso? Bueno hoy tengo la respuesta para ti: “Para cambiar tu cuerpo, primero tienes que cambiar tu mente”.
¿Has escuchado hablar de la hormona cortisol? El cortisol es la hormona del estrés. Cuando estamos a dieta nuestro cuerpo entra en una reacción fisiológica de estrés y piensa que está en un estado de supervivencia, por lo tanto, lo que hace es elevar los niveles de azúcar en sangre, almacena grasa y disminuye el metabolismo, es decir, genera lo opuesto a lo que queremos.
Este estrés también lo podemos generar, no sólo privándonos de ciertos alimentos al hacer dietas, sino que también se genera por nuestro miedo a engordar y por el posterior sentimiento de culpa.
La Psicología de la Alimentación nos enseña que la nutrición es solamente el 50% del proceso de cambio y que el otro 50% depende de “quienes somos” como comedores, es decir, de qué manera nuestras emociones, pensamientos y creencias tienen un impacto profundo y directo sobre la forma en que asimilamos, digerimos y quemamos calorías.
Por lo tanto, cuando empecé a escuchar a mi cuerpo y a entender lo que le hacía bien y lo que le hacía mal, comprendí cuando ya estaba satisfecho. En el momento en que empece a quererlo y a cuidarlo, deje de castigarlo y criticarlo. Cuando deje de hacer dieta y comencé a cambiar mis hábitos empece a tener un estilo de vida saludable.
Al decidir no consolarme con la comida, al enfrentar mis problemas y al cambiar todo lo que no me gustaba de mi vida, sólo ahí pude comenzar a tener una relación saludable con mi cuerpo, mi peso y conmigo misma.
Visto Mujer y Punto
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