Si bien saber anticipar las emociones de las otras personas nos ayudaría a responder de manera adecuada a diversas situaciones…
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¡No siempre su efecto es beneficioso para nuestra vida!
Y es que según un estudio publicado por Emotion, la habilidad para percibir los sentimientos de los otros nos puede generar una dosis extra de estrés.
Una conclusión que, sin duda, desafía la opinión general de que la inteligencia emocional es positiva para cualquier persona.
La investigación, en la que participaron 166 universitarios, consistió en la aplicación de un cuestionario en donde se midió el grado de inteligencia emocional de cada estudiante.
Luego, aquellos que mostraron mayor facilidad para «leer» las emociones de las otras personas, eran sometidos a situaciones incómodas, en donde – por ejemplo- tenían que exponer ideas frente a un jurado que se mostraba arrogante y reprobatorio.
Así, cuándo se les midió la concentración de cortisol (la hormona del estrés) en la saliva, se comprobó que su producción era mayor en relación a los que no estaban tan receptivos a las emociones de los otros, y que además ellos invertían más tiempo en retomar su paz interior.
Estos resultados se suman a otra investigación de 2002 y publicada en «Personality and Individual Differences», que concluyó que las personas emocionalmente perceptivas podrían ser particularmente susceptibles a los sentimientos de depresión y desesperanza.
Por nuestra parte, creemos que la inteligencia emocional es una habilidad útil y necesaria para hacer frente a determinadas emociones, tanto de los demás como las nuestras, y se debe practicar ¡siempre y cuando! no afecta sobremanera nuestro desempeño y no nos distraiga de nuestros propios intereses.
¡Cuéntanos qué te parecen los resultados de este estudio!
