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Tatuarse nunca será una decisión sencilla: debes pensar muy bien lo que te tatuarás, el estudio, la parte del cuerpo dónde lo harás, los colores y, el miedo a sufrir discriminación por tenerlo.
Si aún estás pensando en hacerte uno, nosotras te decimos los mitos y las verdades que existen sobre los tatuajes:
1. No se puede donar sangre.
Las personas con tatuajes sí pueden donar sangre después de un tiempo: esto no tiene nada que ver con la tinta del tatuaje, se hace más por el proceso de sanación. La piel necesita recuperarse de la herida y las defensas están bajas.
2. No puedes hacerte resonancias magnéticas.
Se cree que si una persona con tatuajes tiene que realizarse una resonancia, el metal de la tinta impedirá que el estudio se realice o cause daños en la zona que está el diseño. Con el tiempo la elaboración de las tintas va cambiando, la mayoría no se hacen con metales y, al realizarse un estudio así las personas experimentan un ligero dolor y picazón, pero no pasa de esto.
3. Las embarazadas no deben tatuarse.
Esto sí es cierto: la tinta puede causar una reacción alérgica al bebé y, el proceso de sanación tardará más de lo normal. Tampoco es recomendable tatuarse en la zona lumbar: si se intentara inyectar la anestesia, la tinta del tatuaje podría interferir y dañar al bebé.
4. Todos pueden tatuarse.
Tampoco es cierto: los expertos en salud no recomiendan que personas con diabetes, con padecimientos en la piel o hemofílicas lo hagan. Su proceso de cicatrización puede complicarse, no quedar bien y tardarse más de lo normal.
5. Requieren muchos cuidados
Solamente los necesitan después de hacértelo: no puede darle directamente el sol, se necesita lavar con jabón neutro, no debes tallarlo, y no puedes comer carne de cerdo. Después de su cicatrización debes mantenerlo humectado y siempre que salgas ponle bloqueador solar.
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