Comencemos con lo primero: el dolor tienen un alto componente físico que no puede desaparecer con fórmulas mágicas.
Sin embargo, hay técnicas sencillas de relajación que nos permiten soportarlos de la mejor manera.
¿Ya sabes cuáles?
¡Te enseñamos algunas que ayudan muchísimo!
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1. Mindfulness.
Consiste básicamente en concentrarte tanto en el presente que seas incapaz de pensar en juicios sobre lo que te rodea o lo que sientes.
La idea es alejar el dolor lo más que puedas de tu realidad, e incluso evitar sensaciones como el miedo o estrés que empeoran su intensidad.
2. Respiración profunda.
Es básicamente inhalar por unos segundos y luego expirar.
Si necesitas tener más concentración, una buena idea es repetir una frase mientras lo haces: «bienvenida la relajación», es un buen ejemplo.
3. Medita y visualiza.
Podrías comenzar por pensar en algún lugar tranquilo, que te proporcione paz y también sea de tu agrado.
4. Piensa positivo.
En vez de pensar en lo que no puedes hacer y lo frustrado que eso te hace sentir, comienza a crear pensamientos constructivos que te ayuden a llevar el momento de la mejor manera posible.
Por ejemplo, piensa que esta sensación pasará, en algo que te motive y apasione, etc.
Cuéntanos ¿cómo manejas el dolor?
Vía nuestro partner El Personalista.
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