La técnica de esmaltes de gel se ha convertido en uno de nuestros recursos favoritos, es ideal para cuando salimos de viaje o cuando vamos a algún evento especial y no podemos darnos el lujo de que una uña se descarapele.
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Aunque esta técnica es bastante buena y no tiene tantos efectos negativos como las uñas postizas, tampoco la recomendamos para usarla de manera regular, y aquí les decimos por qué:
1.La uña no respira
La misma recomendación que hacen los dermatólogos de no pintar nuestras uñas todos los días y dejarlas respirar aplica con el gel, más aún porque la fórmula es mucho más densa y el oxígeno no pasa a través del esmalte haciendo que nuestra uña no respire para nada.
2.¿Te lo quitas o te lo arrancas?
Un buen esmalte de gel debe durarte unas 2 semanas en su lugar y luego deberíamos ir al salón a que lo retiren. El problema es que si se empieza a descarapelar una orillita lo más probable es que intentemos quitarlo con nuestras manos o dientes, despegando capas importantes de la uña.
Así como es malo arrancarte una uña postiza es de malo arrancarte el gel. El daño que le infligimos a la uña puede tardar hasta 6 meses en repararse.
3. Rayos UV
No se ha demostrado una relación directa entre la exposición de la lámpara con cáncer, pero es un hecho que entre más nos alejemos de los rayos ultravioleta mejor es para nuestra salud.
4.La acetona deshidrata
Para remover correctamente el esmalte de gel debemos envolver nuestros dedos en algodones sumergidos en acetona durante 15 minutos, mínimo. Esta exposición tan prolongada al acetona deshidrata las uñas.
Así que… si queremos uñas sanas y bonitas que puedan lucir bien cuando les pones gel, debemos limitar esta técnica a ocasiones especiales.
Y SIEMPRE ir a que nos quiten el gel. Arrancarlo a mordidas no es buena idea.
