Si algo tenemos en común casi todas, eso es el hecho que durante estas vacaciones le dimos uno que otro gusto a nuestro paladar….
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Es decir, cometimos algunos pecados culposos con la excusa de que al inicio del año perfeccionaríamos nuestra dieta y reforzaremos nuestro entrenamiento en el gym.
Entonces, una vez llegado enero, comenzamos a consultar las recomendaciones de los expertos para intentar bajar esos kilos demás, ¡eso sí! manteniéndonos sanas y evitando caer en la neurosis colectiva por el mismo deseo.
Por eso, y porque queremos que lo hagas de la manera más inteligente posible, te compartimos los 6 hábitos que debes abandonar para lograr tener la figura que te propones…
¡Checa y toma nota!
1. Reducir las calorías con edulcorantes artificiales
Para la consultora en nutrición Diane Sanfilippo, es necesario «evitar el uso de químicos sintéticos, preparados en laboratorio, para añadir dulzura a los alimentos, especialmente si estamos tratando de perder grasa».
La razón sería que nuestro cuerpo almacena toxinas en nuestras células de grasa con el fin de proteger nuestros órganos, y estos edulcorantes sólo sirven para cargar aún más nuestro cuerpo con toxinas.
Por eso, se recomienda sustituir los edulcorantes artificiales por productos naturales como dátiles secos, miel, jarabe de arce y bayas.
2. Masticar alimentos bajos en calorías durante todo el día
Es un error pensar que masticar chicle sin azúcar y comer apio durante todo el día te liberará de los antojos de la merienda, porque será justamente lo contrario.
La acción de masticar envía una señal a nuestros cuerpos de que la comida está llegando y por lo tanto comienza a prepararse la función digestiva. Una acción que nos hará sentir hambriento incluso cuando no es necesario.
Lo más recomendable es beber un poco de agua antes que engañar al estómago con la acción de masticar.
3. Creer que el jugo verde desintoxica
Según los expertos, pensar que el jugo desintoxica es un error, pues el cuerpo tiene su propia función de desintoxicación natural, apoyado por el hígado.
«Muchas personas confían en los jugos verdes para ayudar a apoyar la desintoxicación, lo cual no es una mala idea, pero no necesitan son sustitutos de alimentos nutritivos que necesita el organismo», dice Sanfilippo.
Lo más recomendable es combinarlos con fuentes de proteína de alta calidad.
4. Darle demasiada importancia a las calorías
Hay alimentos que tienen pocas calorías pero no aportan ningún nutriente al organismo. Al contrario, son sustancias procesadas que no son las más indicadas para mantenernos sanos.
Incluso desencadenan reacciones inflamatorias en el cuerpo, promueven los antojos y privan al cuerpo de macronutrientes y micronutrientes que son necesarios para su funcionamiento.
Lo ideal, de acuerdo a Sanfilippo, es «mirar a la calidad antes de considerar la cantidad».
5. Programar días en los que puedes cometer trampas
El problema de este tipo de pensamiento es que hace que tus hábitos alimenticios parezcan una dieta restringida y temporal; y no una forma saludable y óptima de comer.
Esto no significa que los alimentos «culposos» estén totalmente fuera de los límites, tampoco.
Y es que disfrutar de un antojo de vez en cuando no es malo; pero ahora programar un día para hacer trampa si no es nada recomendable.
6. Saltarse las comidas
Lo que sucede es que cuando dejamos de comer, el cuerpo se asusta y crea mecanismos de defensa, multiplicando las enzimas que producen grasas y reduciendo las que las queman.
«Las alimentaciones frecuentes mantienen su metabolismo elevado», asegura la nutricionista, que sugiere ingerir entre las comidas alimentos ricos en proteínas.
