Es real, siempre encontraremos con quien tener una discusión, hay varias personas que son tercas y que desean contaminarnos con su negatividad o prejuicios, eso no significa que sean malas personas pues incluso nos podemos encontrar en esta situación con miembros de nuestras familia o con nuestra pareja.
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No será fácil que una persona necia o que muestra con terquedad un punto de vista distinto al tuyo se abra a otros enfoques y los considere reales.
1. Recuerda el dicho «Sé selectivo en tus batallas, a veces tener paz es mejor que tener la razón.»
Esta frase te puede poner el freno para que no te vayas con el impulso y sigas la corriente de lo que será una conversación a la pared. Recuerda no necesitas la aprobación de nadie, mientras tú tengas claras tus convicciones, que la gente hable.
2. Finaliza diciendo: «Pero respeto tu punto de vista.»
Si no eres de las personas que pueda quedarse callada e intentas compartir tu opinión sin éxito, te recomendamos evitar volverte tú igual de testaruda que tu interlocutor. Termina tu discurso con elocuencia diciendo: «pero respeto tu punto de vista», con esto quien queda mal es la otra persona.
3. Quédate callada.
Si nadie te pregunta deja que el mal momento lo protagonicen otros. Nada va a pasar en tu vida si sólo eres testigo de un comentario absurdo, aunque reconocemos que existen límites y a veces se tiene que hacer lo posible por defender la causa.
4. Comenta: «Según mi experiencia…»
Sé concreta y manifiesta que si tú sostienes algo es porque te consta, abre tu oración con la seguridad de saber de lo que hablas: «según mi experiencia…»
5. Retírate.
Evita escupir violentamente toda la razón que se desborda en tu interior, si la persona que está enfrente de ti nunca abrirá su criterio, ve a otro lado de la reunión donde la conversación el ambiente sea menos hostil.
6. Habla poco pero contundente.
Al buen entendedor pocas palabras, no tienes que involucrarte en una larga y tediosa conversación en la que sólo se reboten lo que dices y que parezca que esa dinámica de diálogo no tiene fin. Puedes decir algo breve con formalidad y dejar que otros sigan perdiendo su tiempo y gastando saliva, tú no.
Lo mejor en esta situación es evitar caer en ella, pero si por algún motivo ya estás enfrascada en una discusión por terquedad lo que tienes que hacer es aprender a frenarte y emprender tu salida antes de que te hagan enojar más de lo que vale la pena.
