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Arqueólogos descubren que Teotihuacan no es la ciudad de los dioses

Hay una equivocación en la historia de Teotihuacan

¿Los expertos aceptarán este cambio?

Hay una equivocación en la historia de Teotihuacan.

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Si se trata de hablar de monumentos, museos, biodiversidad y sitios arqueológicos importantes en un sólo país, sin duda México es uno de los nombres que viene primero a la mente.

Teotihuacan es una de las zonas arqueológicas más emblemáticas que tiene el país, fue el punto de reunión para el comercio, civilizaciones y, la historia nos ha enseñado que su nombre significa la Ciudad de los Dioses. Sin embargo, descubrimientos recientes podrían cambiar la historia de este lugar.

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De acuerdo con un estudio realizado por el INAH, este lugar debió de llamarse Teo uacan que significa la Ciudad del Sol y no Teotihuacan, la Ciudad de los Dioses.

Teotihuacán. Al mediar el siglo VI d.C., un proceso de violencia se desató en la urbe. Su parte central resultó muy perjudicada, al parecer por sectores de la propia población. La gran ciudad, disminuida en mucho, conservó un papel preeminente en la región, pero hubo de compartirlo con otras. La decadencia prosiguió. En el siglo XIII arribaron del norte grupos de lengua yuto-azteca que, al pasar por allí, la encontraron abandonada, rodeada sólo por caseríos dispersos. Sus majestuosas construcciones, semiarruinadas, los llevaron a llamarla con admiración, en su lengua, “lugar de los dioses”, “lugar del endiosamiento”: #Teotihuacán. No se sabe cómo la nombraron sus habitantes. Foto: Mauricio Marat, #INAH. #patrimonio #zonaINAH #mosaico #fotodeldia #historia #antropologia #arqueologia #mx

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Se llegó a esta conclusión luego de que «unos estudios epigráficos e iconográficos de documentos del siglo XVI como el Códice Xólotl, y materiales arqueológicos, se propone que la mítica urbe debió ser nombrada por los pueblos que arribaron al valle con posterioridad al siglo VIII —una vez abandonada—, como Teo uacan, la “Ciudad del Sol”.

Asimismo expertos han analizado imágenes grabadas en materiales cerámicos en conjunto con los estudios epigráficos de la traducción al castellano del vocablo náhuatl teo uacan y sus posteriores agregados: la partícula –ti y la letra h.

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