Entre todas las actividades que tenemos en casa y con nosotras mismas, es normal que pongamos pendientes algunas actividades para poder terminar lo que es «urgente», lo malo es que con el paso de los días, solemos dejar de lado aquello que sacrificamos momentáneamente.
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Como puedes ver, no eres la única a la que le pasa, así que te queremos compartir un método para que saques adelante tus tareas pendientes y puedas quitarte ese peso (y la ansiedad) de encima.
Para hacer esto más fácil, pondremos ejemplos comunes como escombrar nuestro armario, aunque también podemos aplicarlo en otros pendientes como cambiar los muebles de la sala de lugar, decorar la recámara, hacer bordados o, incluso, bajar de peso, terminar un curso, un diplomado, una tesis o un libro.
1. Empezar poco a poco
Dejemos de visualizar el resultado final, enfoquémonos en pasos pequeños pero constantes.
El clóset está lleno del piso al techo de cosas que por alguna razón has conservado, así que no pretendas escombrar todo en un sólo día porque sólo la idea podrá estresarte y quitarte las ganas de limpiarlo.
Piensa en pequeños pero constantes cambios, es decir, empieza por una parte, digamos los cajones, si escombras uno diario, no tendrás que invertir mucho tiempo al día pero sí notarás un avance, lo que te motivará a continuar. En el caso de que tu tarea pendiente sea algo académico, piensa en avanzar una cuartilla por día o algo proporcional.
No te enfoques en el objetivo final, sólo concéntrate en desafíos diarios.
2. Reflexionar acerca de los avances
Asimila el proceso en el que estás involucrada y permite que tu mentalidad esté a favor de lo que deseas hacer. Si hay algo que no está ayudándote, identifícalo, cámbialo y adáptalo a tu rutina en favor a cumplir tus tareas pendientes.
Supongamos que estás tratando de bajar de peso, no veas los kilos que te faltan por bajar, ve lo que sí has logrado disminuir, no te enfoques en los números, sino en lo bien que le has hecho a tu cuerpo en cambiar la alimentación y hacer ejercicio.
3. Que haya recompensas
Ayúdate a encontrar la suficiente motivación, esto significa que no sólo te motive el resultado final, sino que durante el proceso para obtenerlo, encuentres cómo inyectarte ganas y entusiasmo por continuar.
En el ejemplo de escombrar tu clóset, cuando termines una parte, prémiate con algo, un helado, un postre, una copa de vino antes de dormir…
4. Disfrutar el proceso
Además de recompensarte cuando te lo ganes, encárgate de crear un ambiente que te ayude a disfrutar cada una de las actividades que realices, pon música, canta, diviértete, aprecia cada esfuerzo que haces y celebra los pequeños avances diarios.
Toma el control de tus acciones y sigue adelante, motívate a dar pasos pequeños pero seguros, así, poco a poco alcanzarás tus metas.
