El moho es muy común en zonas húmedas del hogar, especialmente en la regadera.
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El moho aparece en lugares con mala ventilación y mucha humedad. Empieza por manchar las paredes y puede ir escalando hasta llegar al techo. Si no le pones fin, puede ser una amenaza a la larga. No es algo que desaparezca por sí mismo.
Lo mejor es deshacerse de él desde el primer avistamiento, ya que puede ser dañino para las vías respiratorias de los habitantes del hogar, especialmente niños y ancianos.
Para limpiarlo adecuadamente, es bueno que uses gorra, lentes protectores y guantes. En una tarja, mezcla media taza de sal de mesa por una taza completa de cloro. Después, mézclalos con 3 o 4 litros de agua de la llave. Agarra una escoba, ponle un trapo y báñalo en tu mezcla en la tarja. Pacientemente, talla las zonas afectadas con la escoba cubierta por un trapo y listo.
De esta manera podrás tener limpia tu regadera y disfrutar de un buen baño.
Aquí puedes ver un video que lo explica visualmente:
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