Sabemos que cada quien es diferente y su piel también. La importancia de lavar nuestra cara puede variar según los hábitos y el tipo de piel que tengamos pero, ¿qué pasa cuándo mucho es poco y poco es mucho?
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Así como dejar de lavar nuestro rostro puede ser malo, lavarlo de más puede dañar la piel. Checa a qué nos referimos:
Error fatal #1: No lavarte la cara todos los días
No lavar tu rostro lo deja lleno de folículos, contaminación, tierra y células muertas, lo que a la larga causa acné y arrugas. Los dermatólogos sugieren limpiarlo diariamente, 2 veces al día, una por la mañana y una por la noche. Los cuidados que debes tener y la forma de limpiarlo dependerá de tu tipo de piel y las necesidades de ésta, pero SIEMPRE debes lavarlo.
Error fatal #2: Usar siempre los mismos productos de limpieza
No puedes usar la misma crema, jabón o limpiador todo el año, debes turnarlos conforme a las estaciones del año y las necesidades de tu piel.
En verano opta por productos espumosos, si tienes acné busca productos que tengan ácido salicílico y en invierno algo más delicado con productos que no sean a base de jabón.
Error fatal #3: Exfoliar demasiado nuestra cara
Si usas un exfoliante agresivo, cepillos eléctricos o toallas ásperas con mucha frecuencia lo único que conseguirás es irritar más la piel. Te sugerimos usar una toalla de tela suave, realizarte exfoliazaciones dos veces por semana y lavar tu rostro con un jabón que vaya de acuerdo a tu tipo de piel.