Ser mamá tiene sus ventajas y desventajas.
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Enterarnos que seremos madres es algo maravilloso y algo que no todas las mujeres conocen ni tienen la oportunidad en su vida.
Es normal que nuestro cuerpo experimente cambios en esos meses, que las hormonas estén más presentes que nunca y que existan momentos en los que no podamos dormir.
Estas son algunas de las razones más comunes por las que una futura madre tenga problemas para conciliar el sueño:
1. Dolor e hinchazón de pechos.
Al igual que el resto del cuerpo los pechos también cambian durante la gestación: se preparan para amamantar y dormir de lado no es una opción puesto que el dolor incrementará.
Lo mejor es dormir boca arriba para evitar molestias aunque no siempre nos acomodemos.
2. Dolor en la zona pélvica.
Tal vez en los primeros meses del embarazo no duela pero conforme pasa el tiempo la cadera es la zona que soporta la mayoría del peso de nuestro pequeño.
3. Sentir que te falta el aire.
Nuestro pequeño necesita mucho aire: esto provocará que nosotras lleguemos a sentir que nos sofocamos. Asimismo, si patea mucho o presiona los pulmones dificultará nuestra respiración.
4. Las ganas de orinar.
Cuando estamos embarazadas producimos más líquidos y el movimiento constante del bebé hace casi imposible que no pensemos en ir al baño constantemente.
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