Ser mamá no es fácil, estamos pendientes todo el tiempo de nuestros hijos y tratamos de encontrar un balance entre nuestra vida personal, laboral y familiar.
No nos dejarás mentir, cualquier manifestación de apoyo, comprensión y empatía son muy bien recibidas, pues es grato saber que otras mamás han pasado lo mismo que uno, además de ya no sentirnos tan solas podemos ver desde otra perspectiva lo que por momentos podría quitarnos el sueño.
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Platicando con amigas que también son mamás, llegamos a aquéllas frases que nos acarician el alma y… ¡hasta la paciencia! pues cuando nos las dicen nos ayudan a sentirnos mejor.
Son frases muy básicas, de mamás trabajadoras y mamás amas de casa.
1. «No te preocupes, tú come y yo lo cuido un ratito.»
Lo diga nuestra pareja, la comadre, la cuñada, la suegra, la prima de un amigo, el saber que alguien le echará un ojo a nuestro hijo mientras podemos comer sin interrupciones es muy lindo.
2. «Si quieres yo le cambio el pañal.»
En una ocasión, de visita a casa de unos amigos la hermana de la anfitriona se ofreció a cambiar a mi bebé, la chica se había enamorado de mi angelito, llevaba rato a mi lado jugando con él, distrayéndolo y cargándolo, lo mejor es que la chica lo hizo como toda una experta, trabajaba en una guardería y mi espalda agradeció su gesto.
3. «Duerme un rato, yo cuido al bebé.»
Debo admitir que es de lo más delicioso del mundo, cuando mi marido lo dice, lo amo más.
4. «Lo estás haciendo muy bien.»
Es fácil que te den consejos pero cuando te llega un halago (una ocasión de 100), te alimentan la paciencia y sabes que sí, que estás dando lo mejor que puedes y que eres una mamá fregona.
5. «Es increíble como lo conoces.»
Refiriéndose a mi hijo, pero es que una madre desarrolla el instinto de saber por qué llora, si es de hambre, sueño, cólico, frío, calor…
6. «Los platos sucios siempre podrán esperar.»
Amé un poco más a mi mamá el día que llegó a mi casa y yo no había podido lavar los trastes por estar atendiendo a mi bebé, me disculpé por mi reguero y me contestó eso: «Los platos sucios siempre podrán esperar, el bebé crecerá rápido.»
7. «No fuiste mala, estuvo bien que lo disciplinaras.»
Porque sabemos lo que nos duele verlos llorar y aunque sabemos que un berrinche no puede hacerse vicio, se nos encoge el corazón cuando tenemos que ser tajantes.
Querida mamá, no seas tan dura contigo y deja que el amor fluya entre tú y tus pequeños. ¿Qué otras frases te han levantado el ánimo?
