La maternidad no siempre es como la imaginamos. Cuando nos convertimos en madres nuestra prioridad comienza a ser el bienestar de nuestros hijos, por lo que solemos descuidar un poco nuestro cuidado personal, nuestras necesidades y emociones.
Así, nos cargamos de dudas, angustias, preocupaciones, responsabilidades, que pueden sobrepasarnos y que muchísimas veces no sabemos cómo manejar.
Sin embargo, no es necesario agobiarnos por la maternidad; al contrario, podemos ser felices y disfrutar de esta experiencia como lo que realmente es: única e irrepetible.
Entonces, si quieres disfrutar al 100% uno de los roles más importantes que tendrás en tu vida, y hacerlo de manera feliz, te compartimos algunos de los hábitos que debes comenzar a adoptar:
¡Checa y comparte con tus amigas que son madres!
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1. Haz lo mejor que puedas.
Esta bien que te informes sobre los distintos métodos de crianza y consejos para formar niños sanos, inteligentes y felices; pero recuerda que tú tienes la última palabra y que sólo tú sabes lo que va acorde a tus valores, la personalidad de tu hijo y lo que deseas para su futuro.
2. Olvídate de la perfección.
La maternidad es un camino de ensayo y error, y todas pasamos por eso; así que relájate, no te culpes tanto cuando te equivocas y pide ayuda cuando lo necesites.
3. Vuelve a ser una niña.
Toma un tiempo para liberarte de las responsabilidades de adulto, y comparte con tus pequeños tal y como si fueras uno de ellos.
Recuerda que esos son los recuerdos que tendrán tus hijos cuando crezcan, y permanecerán con ellos el resto de su vida.
4. Deja de preocuparte tanto por el orden de la casa.
Sé un poco flexible con la pulcritud y el orden, e involucra a cada miembro de tu familia en las tareas domésticas. La idea es que todos colaboren y actúen como un equipo, en donde se cuidan los unos a los otros.
5. No te preocupes si tus hijos se «portan mal».
Primero, los niños no se portan mal, sino se comportan como niños, así que deja de regañarlos, reprocharles y gritarles cuando algo no sale como esperas.
Recuerda que ellos están aprendiendo a manejarse en un mundo donde hay normas sociales, así que ten paciencia y ayúdalos a recordarlas.
6. Cuida a tu pareja.
No dejes de lado los momentos de intimidad y amor hacia tu pareja. Crea espacios y tiempo para los dos.
7. Cuídate.
La mejor enseñanza que le puedes dar a tus hijos es cultivar el amor propio, y eso sólo lo puedes hacer dando el ejemplo, así que cuídate, no descuides tu apariencia ni tus metas personales ni profesionales.
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