Mi hijo siempre ha sido muy selectivo a la hora de comer. Probar algo nuevo siempre es una labor intensa de negociación y a pesar de que ya nos han dicho que tienen que probar las cosas al menos 7-10 veces antes de que les agarren amor, mi hijo las ha probado 30 veces y aún sigue siendo un drama.
Todo esto hasta que entró a preescolar y sus maestras nos presentaron la frase «one bite to be polite» (un bocado para ser educado). La frase que ha cambiado nuestras vidas. En serio.
El lunch en su escuela tiene que seguir ciertos lineamientos como poner dos proteínas, tres verduras, una fruta, nada de galletas o postres. Pero el más importante es que cada semana les pongamos algo nuevo.
Todos los días, cuando come lunch, las maestras les dirán que prueben sólo un bocado de lo nuevo. Así, al final de la semana ya comieron 5 mordidas de lo que sea que incorporaste al menú.
Y cuál fue mi sorpresa al ver que ahora él fue el que pidió comprar granada en el super o la semana pasada que dijo que quería comer berenjena. Confieso que casi me desmayo de emoción.
Esta rutina la seguimos igual en casa y cada vez que vamos a comer a algún lugar diferente. No sé si a ti te funcione igual de bien, pero si estás desesperada por una solución, puede que esto te ayude.
Si lo intentas, por favor cuéntanos cómo te fue.
[Foto: Kazuend/ Unsplash]
