Las pastillas anticonceptivas son mucho más que un método de prevención: las usamos para regular nuestro ciclo, controlar el funcionamiento de las hormonas e incluso para evitar sangrados cuando salimos de viaje.
Sin contar que nos ayudan a evitar (o disminuir) los cólicos, los antiestéticos bigotes o los problemas de acné que aún sufrimos como si fuéramos adolescentes.
Seguro dominas el tema después de usarlas más de 10 años.
Pero, ¿sabes cuándo es momento de cambiarlas por otro método anticonceptivo? ¿O incluso por otra marca de pastillas?
Nosotras no lo sabíamos, así que decidimos investigar con nuestros ginecólogos aliados y esto fue lo que nos contaron. Es momento de cambiar de método o de marca cuando:
1. Tienes mucho sangrado durante tu período
Las pastillas anticonceptivas deberían regular el volumen de tu menstruación, de manera que no sea ni tan abundante ni tan escasa. Por ejemplo, si cuando estás en tus días sientes que podrías terminar manchando tu ropa o el asiento de tu escritorio, deberías consultar con tu médico sobre la necesidad de una dosis más alta de hormonas.
2. Experimentas cambios de humor muy drásticos
Los cambios de humor abruptos podrían ser provocados por la cantidad de progesterona y estrógeno presente en tu cuerpo. Entonces, si desde hace días estás notando este síntoma y crees que las pastillas podrían ser la causa, comienza a evaluar un cambio en la dosis y la marca de tus anticonceptivos.
3. No tienes ganas de tener intimidad con tu pareja
Por lo general, las pastillas no sólo suprimen la ovulación, sino que disminuyen la producción de testosterona, una de las hormonas que está estrechamente vinculada con el deseo sexual femenino. Consulta con tu médico y platícalo con tu pareja.
4. Tu acné no se detiene
Si llevas más de tres meses tomando las pastillas anticonceptivas y no notas ninguna mejoría en tu rostro, es decir, sigue intentando superar los estragos de la adolescencia, es probable que la dosis de medicamento no sea la más adecuada para ti. También puede suceder que llevas muchos años tomando la misma cantidad, y tu cuerpo ya no responda de la misma manera. También aplica cuando empiezas a tener brotes de acné adulto y de repente te encuentras a ti misma con granos que no veías desde los 25.
5. Sufres migrañas
Varios estudios han revelado que las mujeres que toman píldoras anticonceptivas y experimentan migrañas tienen un riesgo mucho más alto de sufrir un coágulo en la sangre y padecer una trombosis. Esto no es nuevo… si ya sufrías migrañas antes de empezar con las pastillas seguramente tu ginecólogo te dio las más adecuadas a tu situación. Pero… si las migrañas van en aumento o empiezas a padecerlas repentinamente debes acudir inmediatamente con tu médico para notificarle y que juntos revisen si debes seguir tomando las mismas o si necesitas cambiar de método.
6. Te sientes más hinchada
El estrógeno hace que retengas líquido por lo que es muy probable que las pastillas te hagan sentir un poco hinchada. Si este es tu caso y odias esta sensación, tu médico podría recomendarte unas hormonas en microdosis que actúen como diuréticos y contrarresten este efecto.
¡Cuéntanos si has cambiado de pastillas anticonceptivas y por qué razones lo hiciste!
