En ocasiones el amor se suele confundir con un capricho, nos aferramos tanto a una persona que nos decimos a nosotras mismas que se trata del hombre correcto.
Con el paso del tiempo, surgen los problemas y la situación se torna extraña.
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Hacemos todo lo posible para que la relación se dé, sin prestar atención a las señales que se asoman por todas partes.
¡Él no es el indicado, no estás enamorada, simplemente estás encaprichada!
1. Vas demasiado rápido.
Todo ha pasado demasiado rápido, no llevan tanto tiempo juntos y tú ya quieres casarte y tener hijos. Probablemente no es amor es simple desesperación.
2. Te has vuelto más distraída.
Tu atención se enfoca en consentirlo y atenderlo a él, has descuidado tu vida profesional y personal por atender sus necesidades.
3. Te interesa su físico.
Y solo eso, no es una persona con la que quieres tener una platica más profunda. Por lo que simplemente te gusta por lo atractivo que es.
4. Quieres que te quiera.
Él ha dejado claro que no quiere un compromiso serio, solo quiere la diversión del momento. Pero tú insistes en que te quiera, en que sea tuyo y que haga lo que tú quieres.
5. Ves lo que quieres ver.
Te ciegas antes sus defectos, mientras otros te dicen y te enseñan pruebas que él no es para ti, tú aplicas: ciega, sorda y hasta muda.
6. No quieres que nadie se le acerque.
Te vuelves loca si alguien habla con él, los celos te controlan y te convierten en una mujer insegura.
7. Haces lo que otras parejas.
No tienen algo que los distinga, simplemente sigues lo que tus amigas o familiares hacen, sigues lo que ellos para no quedarte atrás.
¡Ten cuidado! Ese capricho podría resultarte muy caro, simplemente perderías su amor, también podrías perderte a ti misma, por aceptar algo que no mereces.
