A casi todos nos ha pasado en la vida: tener un amor no correspondido.
Uno que nos emociona, que despierta la parte más bondadosa que todas tenemos, que nos motiva, nos entusiasma, que nos regala felicidad pero al mismo tiempo nos hace sentir desdichadas.
¿Te ha pasado?
Pasamos horas y horas pensando en él; pensando en cómo lograríamos enamorarlo; en cómo podemos ser mejores para que se fije en nosotras; en qué tienen sus ex parejas que no tengamos nosotras; en definitiva, en cosas absurdas que NO nos llevarán a nada.
En principio, será bueno aclarar – de manera definitiva- que los amores correspondidos no tienen futuro, que sólo nos acercarán a un camino de desvaloración propia y sufrimiento.
El amor romántico es una cosa de 2, que necesita voluntad mutua, esfuerzo de ambas partes, trabajo en equipo, y cierta estabilidad y tranquilidad para los miembros de la pareja.
Lo contrario es una forma inconsciente que buscamos los seres humanos para hacernos daño, distraernos de nuestras metas…¡Una excusa para no crecer!
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Lo segundo que debemos saber es que no hay que sentir vergüenza por nuestros sentimientos, ni debemos hacer ningún esfuerzo por ocultarlos.
Amar o querer una persona, considerarlo especial y demostrarlo, no tiene que hacernos sentir en desventaja, incluso cuando esa persona no nos corresponda.
Recuerda que esa emoción, felicidad, emociones positivas y extraordinarias que sientes… ¡son tuyas! Te hacen sentir y estar viva, y nadie te las puede quitar.
Si no le gustas al otro, ese es su problema, su asunto; pues recuerda que «tú siempre te reconocerás en las cosas que amas y te gustan». Es decir, eso que te gusta del otro, es algo ya está en ti.
Así que siéntete poderosa en descubrir maravillas en otras personas, pues parte de eso que te gusta del otro, representa lo que ya eres.
Hay una escena de la película «Adaptation» de Spike Jonze que deja esta idea muy clara:
¡Checa este video!
Entonces, por qué avergonzarnos si nos gusta alguien que no nos quiere, o a quien dejamos de interesarle…
¡Nada de eso! Cada experiencia es una oportunidad de conocernos y descubrir que hay en nuestra alma, quiénes somos, y cómo vamos percibiendo el mundo.
Cuéntanos ¿has pasado por la experiencia de un amor no correspondido?
