advertisement advertisement
Buscar
  • Escribe al menos 3 letras para buscar.

«No quiero que me amen mucho, quiero que me amen bien»

Estoy lista para amar de la forma más libre...

Es tiempo, ven.

Hace tiempo lo entendí, mi problema era querer que llegara a mi lado una persona que me amara mucho, que hiciera todo lo que yo esperara y que tuviera mi mismo proyecto de vida.

Alguien que me dejara escoger las películas y que quisiera ayudarme a cocinar.

Te recomendamos

¿Ryan Reynolds o Ryan Gosling? Ya elegimos nuestro favorito (esto alegrará tu día)

7 señales de que estás encaprichada y no enamorada… ¡Admítelo!

«No me tientes, que si nos tentamos no nos podremos olvidar»

No dudo que una persona así pueda existir, sin embargo, yo estaba cometiendo un error, quería a alguien a mi modo, a mis gustos, algo que encajara al 100 en mis expectativas y que, además de todo, se enamorara de mí.

Advertisement

Por supuesto, esto no es una película, eso no pasó, llegaron personas a mi lado y se fueron porque no fuimos «el uno para el otro».

¿Por qué?

Porque yo tardé en entender que yo necesitaba estar abierta a la forma de amar de la gente, que ellos quizá no me besarína con dulzura en la frente, pero sí tendrían otras demostraciones de afecto.

Y, a resumidas cuentas, pasando los 30 años, no quiero a alguien que se desviva por mí, quiero a alguien que quiera realizarse en SU vida pero que quiera compartirlo conmigo.

Quiero que esté a mi lado alguien seguro de quererme y seguro de querer volver a nuestro hogar por las noches.

No quiero regalos, restaurantes costosos, sólo quiero que llegue alguien que sepa el verdadero valor de las cosas «pequeñas» como no dejarme sola cuando más lo necesito.

Quiero a mi lado a alguien que esté dispuesto a vivir sin miedo, a amar sin que importe el pasado y sin pensar demasiado en el futuro…

Es curioso, cuando uno habla del amor siempre dice lo que quiere, lo que desea, lo que espera… pero, ¿cuántas veces se habla de lo que estamos dispuestos a dar a cambio?

Pues yo, le digo lo mismo: «No quiero amarte mucho, no quiero amarte tanto que no sepas donde poner mi corazón, quiero amarte bien, quiero estar ahí para ti, quiero leerte los labios y la mirada».

Amor, si estás cerca, ya llega, ya estoy lista para recibirte y abrazarte con el alma, no con caprichos y deseos frustrados.

Estamos en Facebook

Advertisement