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Spanking, la práctica íntima que SÍ y NO te recomendamos

¿Te animas?

¡Ttttsssssstp!

Hablar de sexo es hablar de una infinidad de prácticas y gustos, cada pareja encontrará lo que sí y no llevar a la cama, el spanking es una práctica que pone el ejemplo.

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Así como cada persona puede tomar diferentes decisiones dependiendo de quien tenga a su lado, dependiendo de cada moment o podemos estar más dispuestas o no a una nueva experiencia, el spanking puede parecerte bastante erótico o algo impensable.

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El spanking es «golpear las nalgas», darle a tu pareja o recibir de ella «una buenas nalgadas» con las manos, látigos, telas húmedas o cualquier otro objeto, ¿te animas?

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Antes de seguir queremos contarte que es una práctica muy antigua asociada a un juego de roles de Dominación-Sumisión.

El hecho de recibir un castigo o darlo, pone a cada persona en un papel que puede resultar muy erótico, lo que en consecuencia aumentaría el placer en la práctica sexual. También se le puede sumar el hecho de amarrarse para darle más intensidad al momento.

Físicamente, estos golpes o azotes en las nalgas, ayudan a relajar los glúteos que son de los músculos más grande que tiene el cuerpo.

El spanking involucra más que golpes y disfrutar del dolor, los que encuentran llamativa esta actividad lo hacen en gran parte por el contexto que los rodea, es decir, el sentirse vulnerable o con poder, por ello también suele darse en contextos en donde la mujer se viste de colegiala y admite que se ha portada mal y debe ser castigada.

Si tú y tu pareja se han dado una que otra nalgada en la intimidad, NO significa que ya estén practicando Spanking, pues es normal darse una que otra nalgadita si la confianza y el erotismo lo permiten.

El spanking es azotar las pompis con la intención de provocar placer con ello, así, el tiempo que transcurra entre una nalgada y otra, los objetos con que se haga el golpe o el juego de roles en la intimidad están plasmados a favor de esta práctica.

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No se trata de un tipo de violencia, se trata de una práctica sexual que debe de ser acordada entre las partes para lograr su cometido: placer.

Si esto te interesa y al platicarlo con tu pareja te das cuenta que es algo que ambos desean debes de considerar lo siguiente:

1. Ubicar el golpe al centro de la nalga.

2. Fijar que cuando uno quiera parar, se debe parar.

3. Se debe practicar sobre un objeto antes de hacerlo en el cuerpo de tu pareja con la intención de medir la intensidad antes de provocar un daño real.

4. Para algunos esta práctica por sí sola puede ser lo suficientemente placentera, por lo que el coito no siempre llega, es decir, no es el plato fuerte.

Te la recomendamos SI…

-Tu pareja y tú estás dispuestos a probar algo nuevo.
-Saben detenerse cuando el otro ya no quiere continuar
-Tienen la suficiente confianza en la intimidad

NO te la recomendamos si…

-Sólo de pensar en nalgadas te pones tensa.
-Tú pareja o tú podrían no quererlo.
-De plano sabes que no es algo para ustedes.

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