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Amor, la vida es demasiado difícil como para complicarla más

El mundo es muy cruel como para todavía escoger quedarnos en una relación tormentosa.

¿Estás de acuerdo?

Amor, la vida es demasiado difícil como para complicarla más, las relaciones amorosas deben ser un oasis en el desierto y yo quiero ser tu oasis no tu desierto.

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En las noticias nos enteramos de tristes y temibles actos humanos, guerras, ambiciones, traiciones, despechos…

Políticos que se inflan el bolsillo gracias al trabajo de otros, líderes de naciones que sólo buscan su conveniencia.

Personas que pierden la estabilidad emocional por diferentes problemas, niños que se quitan la vida porque no sienten amor de otros de su edad…

Vemos a mujeres que son capaces de abandonar a sus hijos recién nacidos quien sabe bajo qué circunstancias.

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El mundo ya es cruel, no hagamos tormentas en un vaso de agua.

Hombres y mujeres que abusan de los vulnerables, incluso de la naturaleza, siendo ésta una tremenda representación de la vida.

Cada vez hay más enfermedades que vencer, más ciencia que inventar, más estudios que tener, más derechos que aclamar.

La felicidad se cotiza más y debemos luchar por poder sembrarla en nuestro interior.

Amor, el mundo está partiéndose con los fenómenos naturales que ganan potencia por el cambio climático o por sismos que alteran los nervios y las tierras.

Cada día las relaciones se subestiman, el amor se abarata, la intimidad no se diga… menos compromiso y más libertad, que si bien no está mal a veces se desvirtúa.

Los divorcios hablan por sí solos, las parejas se despiden a diario, se mienten, se engañan y aunque esto siempre ha existido, es momento de parar y decir: Amor, la vida es demasiado difícil como para complicarla más.

Amémonos con ganas, con respeto y con voluntad…

¿Para qué herirnos? Si no me quieres, dímelo y vete, si no te alcanza para quedarte a mi lado, no te quedes por comodidad o miedo, vuela, haz tu vida y sé feliz.

Déjame hacer mi vida, déjame empezar de cero, no quiero que me estorbes ni que me lastimes cuando parece que el mundo, día a día, se aferra para ello.

Las injusticias que existen en todos lados me pondrán el pie en el camino, no lo hagas tú, no te lo haré yo.

Yo quiero ser tu refugio, tu albergue, tu fuente de sorpresas, tu calor ante el frío y la luna de tu bosque.

Amor, si tú quieres, hagamos una fortaleza, defendámonos del mundo y de sus malas experiencias.

Seamos el hombro el uno del otro, seamos la palabra de aliento, la compresión, la comida, la esperanza, la motivación…

Que de nuestras manos salgan los hechizos para corromper lo que está corrompido, cuidaré de tu corazón y pondré el mío en tus manos.

Evitemos las peleas, que el mundo ya se encarga de crear distancias…

Hagámonos el amor y hagámonos fuertes, leamos y riamos como locos, emborrachémonos y bailemos lo que queramos con tal de hacernos sonreír.

Esto es entre tú y yo, no nos hagamos el daño que el mundo está dispuesto a hacernos, seamos la excepción, seamos diferentes.

Formemos un hogar con armonía, con valores, con humildad y deseos de vivir, de compartir lo bueno de la vida para que nunca se olvide.

Hagamos un mundo mejor, empezando por lo que hay entre tú y yo. Dejemos los gritos para los desesperados, los engaños para los falsos.

Maduremos juntos, no hagamos dramas por cosas que después se olvidarán, si algo no va a importar en 5 años, no gastemos más de 5 minutos en ello.

Crezcamos juntos, perdonemos, superemos y sigamos adelante.

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