Dicen que rendirse nunca es una opción y en el terreno del amor, esto también es cierto.
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No importa si ya pasaste por mil relaciones desgastantes, un divorcio, infidelidad o indiferencia, no te rindas, nunca sabes si la siguiente persona será la que hagá una diferencia positiva en tu vida.
No te rindas, corazón
El amor es algo muy complejo, seguramente conoces a una pareja que tuvo la fortuna de coincidir muy jóvenes y a la fecha siguen juntos. Fueron los típicos novios de la secundaria o de la colonia que se encontraron para ya no soltarse.
Sí, quizá la vida no les puso el reto de besar sapos hasta encontrar a la persona ideal, pero te aseguro que ellos también debieron enfrentar sus propios problemas y retos.
Por otro lado, seguro conoces a la mujer que es buena en todo, es sencilla, trabajadora, honesta y bonita, sin embargo, el amor no le ha llegado.
También debes conocer a la mujer que tiene hijos de diferentes parejas y aunque la gente la juzga, sabes muy bien que desde lejos es muy fácil no entender todo lo que pasó en su vida.
Pero hoy, queremos decirte que a pesar de todas las dificultades, tú te mereces un amor a tu medida, un amor bonito y transparente.
No permitas que las malas experiencias te lleven al límite, aprende a manejar tu fragilidad pues no eres la única que ha ido a trabajar con el corazón roto.
Incluso, las parejas que suben fotos juntos a sus redes sociales han tenido dolor y han padecido la lucha diaria de mantener una relación.
Así que trabaja en ti, en tus expectativas, en tu amor propio, en tu capacidad de reponerte a los malos ratos:
Resiliencia
La resiliencia es la capacidad de superar la adversidad, es poder dejar atrás los baches negativos por los que pasamos.
Valórate
Mira todo lo que eres, lo bien que lo has hecho hasta ahora, reconócete todo lo que te hace ser una mujer de gran valor. Tómate en serio cada logro y sigue logrando metas por ti.
No aceptes menos de lo que te mereces. Nadie sabrá amarte si tú no te amas.
Deja que la vida fluya
No te obsesiones o te aferres al pasado, a una persona o a una relación, deja que llegue lo que tenga que llegar y que se vaya lo que no quiere quedarse.
Te mereces un amor bonito, limpio, trasparente, justo a tu medida, en el que la otra persona te haga sentir amada a pesar de amarte a su manera.
No cierres tu corazón, siente, vive, disfruta, ama, intenta y si algo no sale como esperas, deja que la experiencia te dicte que hacer y sigue adelante.
