La mayoría de las mujeres tiene una obsesión con la edad. Les parece terrible que pasen los años tan rápido y en algunos momentos hasta se crean eso de que «el tren ya se les pasó», no nos referimos precisamente para casarse y tener hijos, sino en general para realizarse en todo tipo de cosas.
¿Te has sentido de esta manera?
Mientras vamos entrando a la madurez nuestra edad se convierte en una de nuestras principales inseguridades.
Desde muy jóvenes comenzamos con esas preocupaciones, apenas entramos a los 20s y ya nos preocupamos de que pasará cuando cumplamos 30 años.
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En algunas ocasiones se debe a la desconfianza en nuestra pareja, el temer que nos abandonarán por alguien más joven y guapa. Aunque muchas veces se dan este tipo de casos, no es cuestión de nosotras sino de la poca estabilidad de estos hombres, que no pueden crecer al mismo nivel que una mujer fuerte.
Por esto prefieren a mujeres más jóvenes para así «marearlas», se dejan guiar por su edad, pero se pueden topar con pared al descubrir que su mentalidad es más madura que la de ellos.
También no olvidemos aquellos comentarios de familiares como: “A tu edad ya me había casado”, «¿Qué estás esperando para tener tu propia casa?», o “Eres muy grande para hacer ese tipo de cosas”.
Todo esto acompañado de los estereotipos que nos dicta la sociedad, haciéndonos creer que la mujer perfecta es aquella que tiene el mejor cuerpo, la cara más bonita y no pasa de los 30 años.
Esto es una total tontería, pues todas algún día envejeceremos, tarde o temprano, podremos hacerlo de la manera más digna posible y lucir totalmente bellas.
En Hey Hey Hello nos cuestionamos en qué momento comenzamos a limitarnos con la edad, por qué lo seguimos haciendo, cuando solo es un número y no una sentencia.
Paremos de obedecer lo que nos dicen los demás. Podemos mostrar la mejor versión de nosotras a la edad que sea. No dejemos de hacer cosas por temor al que dirán, saquemos a esa niña interior a dar la vuelta de vez en cuando y que se divierta con nosotras.
Tenemos que ser leales a nosotras, a lo que pensamos, creemos y queremos. Dejemos de tener una pelea con nuestra edad y comencemos a amarla.
Nunca es tarde para comenzar algo nuevo, ni para enamorarte de lo que eres, quiérete y respeta cada parte de ti.
